sábado, 22 de septiembre de 2012

Entrevista al doctor Jorge Carvajal



Jorge Carvajal es un médico revolucionario. Especializado en Bioenergética y creador de la Medicina Sintergética, en su clínica de El Plantío (Madrid) cuenta con un extraordinario equipo de especialistas médicos. En ese centro emplean novedosas técnicas de diagnóstico y tratamiento, como las que ideó el doctor Hamer en la llamada Nueva Medicina Germánica. A continuación os sugiero la lectura de este fragmento de una  interesantísima entrevista realizada al doctor Carvajal. Un hombre que al igual que Hamer, si no hubiese tanta mafia en el mundo sanitario y más especialmente en el de las farmacéuticas como se ha acabado demostrando con la estafa de la gripe A, podría optar sin duda alguna al premio Nobel de Medicina. He elegido sólo tres preguntas, pero las respuestas de Carvajal no tienen desperdicio alguno para quien sepa extraer sus enseñanzas.
¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70% de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, el vacío aumenta cada vez más.
¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
 
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el “debería ser”, y no somos ni lo uno ni lo otro.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
 
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

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