martes, 30 de abril de 2013

10 Pasos para amarse uno mismo

   
   1.- Deja de criticarte
    La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Acéptate exactamente tal como eres. Todo el mundo cambia. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te apruebas, tus cambios son positivos.

2.- No te asustes
Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir. Busca alguna imagen mental que te produzca placer (la mía son rosas amarillas), e inmediatamente reemplaza el pensamiento aterrador por uno agradable.

3.- Sé amable, apacible y paciente
Se amable contigo. Pórtate bien contigo. Ten paciencia contigo mientras aprendes esta nueva forma de pensar. Trátate como tratarías a una persona a la que verdaderamente amas.

4.- Sé tolerante con tu mente
El odio a uno mismo, es el odio a los propios pensamientos. No te odies por tener los pensamientos que tienes. Cámbialos suavemente.

5.- Elógiate
La crítica destruye el espíritu interior. El elogio lo construye. Elógiate todo lo que puedas. Alábate por lo bien que haces las cosas, por más insignificantes que sean.

6.- Bríndate apoyo
Busca formas de apoyarte. Recurre a tus amigos y déjate ayudar. Es muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se necesita.

7.- Sé indulgente con tus aspectos negativos
Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora estás encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas necesidades. De modo que deja amorosamente que las viejas pautas negativas se vayan.

8. - Cuida tu cuerpo
Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de combustible necesita tu cuerpo para tener una energía y vitalidad óptimas? Infórmate sobre las distintas modalidades de ejercicio físico que existen. ¿Qué tipo de ejercicio le gustaría hacer? Mima y venera el templo en el que vives.

9.- Trabajo con el espejo
Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti. Perdónate mirándote en el espejo. Conversa con tus padres mirándote en el espejo. Perdónalos también. Al menos una vez al día di: “Te quiero, realmente te quiero”.

10. - ¡Hazlo ya!
No esperes a sentirte bien, ni a perder peso, ni a tener el nuevo empleo o la nueva relación. Empieza ahora a hacer cosas y hazlas lo mejor que puedas.

Tratamiento del Merecimiento

Me merezco todo lo bueno.
No algo, no un poquito, sino todo lo bueno.
Ahora dejo atrás todos los pensamientos negativos y restrictivos. 
Me libero y me olvido de todas las limitaciones de mis padres. 
Los amo y voy más allá de ellos.
Yo no soy sus opiniones negativas ni sus creencias limitadoras. 
No me ata ningún miedo ni prejuicio de la sociedad en la que vivo.
Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
En mi mente, tengo libertad absoluta. 
Ahora entro a un nuevo espacio de conciencia, en donde me veo de forma diferente. 
Estoy creando nuevos pensamientos acerca de mi ser y de mi vida.
Mi nueva forma de pensar se convierte en nuevas experiencias. 
Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el Próspero Poder del Universo. 
Y por lo tanto, recibo multitud de bienes.
La totalidad de las posibilidades está en mí.
Merezco la vida, una buena vida.
Merezco el amor, abundante amor. 
Merezco la salud.
Merezco vivir cómodamente y prosperar. 
Merezco la alegría y la felicidad. 
Merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que puedo ser. 
Merezco mucho más que todo eso. 
Merezco todo lo bueno. 
El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias. 
Y yo acepto la abundancia en esta vida con alegría, placer y gratitud. 
Porque me la merezco.
La acepto, y sé que es verdad.

Fragmentos extraídos del libro: "Amarse sin condiciones" de Louise L. Hay

El amor a uno mismo


Amarse a si mismo exige una filosofía de vida que permita sentirse digno de ser feliz y realizarse como persona única y distinta.

Quererse a si mismo parece cosa fácil pero no lo es, porque implica reconocerse como alguien con condiciones para ser querido tal cual es, sin ningún valor agregado; sin embargo existe mucha gente que cuando se mira en un espejo no puede evitar compararse con los demás y creer que no vale nada y que no sirve para nada.

Eso es lo que ha aprendido desde niño, con la ayuda de padres exigentes que le enseñaron a compararse con los demás.

La autoestima comienza con el respeto hacia uno mismo y con la gratitud por el hecho de estar vivos.

El cuerpo expresa constantemente lo poco que la gente se quiere, con malestares, disfunciones y enfermedades; y los problemas de relación también son una evidencia de falta de autoestima, porque lo que cada uno hace consigo mismo se le permite hacer a los demás, quienes terminan siendo fuente de frustración y descontento.


El que no se aprecia, está siempre desconforme, no se acepta, no puede disfrutar de la vida, proyecta su propia desvalorización en los demás, nunca está satisfecho y no puede insertarse adecuadamente en el campo laboral.

Su vida se transforma en un calvario de calamidades y en una cadena de desencuentros, infortunios, desaciertos, accidentes, tornándola miserable.

Todo lo que parece estar mal afuera es producto de un proyecto inconsciente autodestructivo, una forma de pensar negativa que genera nada más que problemas.

Las personas suelen sentirse mal consigo mismas cuando son dependientes o tienen miedo, cuando sus expectativas exceden su capacidad, o cuando hacen lo mismo que los demás porque no se aceptan como son.

Estos motivos son los que los paraliza y los bloquea; y lo que los lleva al fracaso, al negativismo y al escepticismo.

La vida sería simple si cada uno se atreviera a ser quien realmente es; sin embargo los viejos condicionamientos, las creencias, las antiguas formas de pensar heredadas, los prejuicios y los valores distorsionados no se lo permiten.

La mayoría de edad permite ejercer el derecho a elegir y construir una vida a partir de un modo de pensar nuevo y propio, pero la mayoría prefiere seguir pensando como los demás aunque su interioridad le indique otra cosa.

Así como la violencia genera violencia el amor a uno mismo hace posible el amor a los demás.

Para poder valorarse hay que dejar de criticarse y pensar en todo lo bueno que hacen; no criticarse, atender las necesidades del cuerpo y de la mente, valorar el propio trabajo, ser ordenados, evitar los excesos, no postergar los proyectos y relacionarse con personas que de verdad los aprecien.

La baja autoestima se expresa al sentirse culpable de todo lo que pasa alrededor, cuando se desconfía de las propias decisiones, cuando se sienten inservibles porque no producen lo que creen que deberían, cuando se teme a las relaciones, cuando se quiere ser como los demás y cuando se cree ser el único responsable de las pérdidas afectivas.

La baja autoestima tiene por lo general causas que no son las que se ven. Por ejemplo, el exceso de peso, una nariz más grande o más chica que el promedio, son aparentes problemas que reflejan un profundo conflicto interior, que suele ser miedo, inseguridad y necesidad de afecto.

Louise L. Hay afirma que la única dieta que realmente funciona es privarse de pensamientos negativos.

Fuente: “Usted puede sanar su vida”, Louise Hay, Ed.Urano, 1992

lunes, 29 de abril de 2013

LA VIDA ES EL ARTE DEL ENCUENTRO de Facundo Cabral


Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho. Si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí sé que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta, porque algo esconde. Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.

Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo, llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (ó al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse constantemente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante porque eso es la vida.

Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento? Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿porqué te preocupas tanto?. No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.

Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas “no puedo ni en broma” porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.

Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano. No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.

Facundo Cabral


jueves, 25 de abril de 2013

Llénese de energía positiva: la gasolina vital es el optimismo


Sabía que en este mundo hay personas medicina y personas tóxicas? Las primeras son las que van cargadas de entusiasmo por la vida y las segundas viven apocadas por la negatividad, hasta tal medida que pueden llegar a perjudicar a los que están a su alrededor. 

Si no quiere ser un cenizo y prefiere repartir alegría y buenas vibraciones, además de conseguir éxito en el trabajo, en su vida personal y también en el ámbito social, no tiene más que proponérselo, porque "la vida es lo que nosotros hacemos de ella". Es la idea principal del último libro del psicólogo Bernabé Tierno, Optimismo vital (Temas de Hoy), un completo manual de psicología positiva.

Si bien nosotros no podemos cambiar los acontecimientos que van ocurriendo a lo largo de nuestras vidas, sí podemos dominar las actitudes que tomamos ante ellos, porque, según explica el doctor, "disponemos de plenos poderes para decidir capitalizar los episodios positivos y minimizar los efectos de los negativos". No somos capaces de cambiar nuestra genética, pero "no estamos predestinados a ser depresivos, asesinos o malas personas. Podemos crearnos nosotros mismos".


Seres conscientes

La teoría de Tierno se basa en que somos los únicos seres vivos conscientes de nuestra existencia. Los animales, por ejemplo, no podrán ser nunca positivos de manera voluntaria porque no disponen de optimismo global que les lleve a progresar, perfeccionarse, contrarrestar y disminuir la influencia genética. Así, el optimismo vital es nuestro talismán, la verdadera causa del progreso humano. 

Conclusión: es rentable invertir en estrategias para incrementar nuestra actitud conscientemente positiva. La responsabilidad está en nuestro tejado, porque somos los arquitectos de nuestro destino Ya no vale echarle la culpa a la suerte.


El buen humor alarga la vida

Este libro es un euforizante y eficaz antidepresivo de principio a fin. Ayuda a leer los acontecimientos de una manera positiva y constructiva, resistir ante los problemas, reforzar nuestra empatía -capacidad de ver al otro tal como él se ve y ponernos en su lugar- y descubre los beneficios de la risa y el humor en la salud. 

Porque, según estudios recientes realizados en Estados Unidos, "el optimismo alarga la vida". Según el trabajo de investigación, realizado con 6.958 hombres y mujeres durante cuatro décadas, aquellos que fueron optimistas durante su juventud tenían menos posibilidades de morir en sus siguientes 40 años que los que habían sido pesimistas.

La doctora Berverly H. Brummet, del Centro Médico de la Universidad de Duke y una de las autoras de este estudio, dice que hay una serie de factores que pueden explicar los descubrimientos realizados, como el hecho de que los optimistas tienen muchas menos probabilidades de caer en una depresión que los pesimistas, lo que acaba habitualmente teniendo un efecto sobre la salud física. Asimismo, tienen una mayor tendencia a llevar un estilo de vida más saludable, y suelen dar más importancia a la dieta y al ejercicio. 


Optimismo vital

Y si una persona es de por sí negativa, da lo mismo: se puede pasar de lo negativo a lo positivo a través del optimismo vital. Uno de los secretos para conseguirlo, según el manual de Tierno, es "no pensar en el problema y mantener positiva la mente", llevándola a soñar con las cosas buenas, mediante visualizaciones conscientes. Ante situaciones drásticas, debemos utilizar también otras técnicas importantísimas, como la relajación, el desarrollo de la voluntad, la amistad, los afectos.

Y es que el afecto es una necesidad primaria del ser humano. Los abrazos y el tacto pueden llegar a convertirse en una terapia. Se dice que necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos bien y doce para crecer y potenciar nuestras energías positivas. Con esta terapia una persona es capaz de recuperar la autoestima, la seguridad y la confianza en sí mismo. 


Ventajas de las emociones positivas:

1. Mejoran la forma de pensar: el afecto positivo se relaciona con una organización cognitiva más flexible y compleja, así como con la capacidad para integrar diversos tipos de información.

2. Se relacionan con la salud y la longevidad: previenen las enfermedades, reducen su intensidad y duración y contribuyen a lograr mayor bienestar. 

3. El optimismo actúa como imán de acontecimientos favorables: Sonría a la vida y verá lo que le devuelve.