PREGUNTA: ¿Qué es el buddhismo?
RESPUESTA: La denominación buddhismo proviene de la palabra
"budhi" que significa "despertar" y es por eso que el
buddhismo es la filosofía del "proceso del despertar". Esta filosofía
tiene sus orígenes en la experiencia de un hombre, Siddhartha Gotama, conocido
como el Buddha, el cual se despertó a sí mismo a la edad de 35 años. El
buddhismo tiene ahora 2.500 años de edad y alrededor de 300 millones de
seguidores en todo el mundo. Hasta hace un siglo el buddhismo era,
principalmente, una filosofía asiática, pero está conquistando cada vez más
seguidores en Europa, Australia y América.
PREGUNTA: Entonces, ¿el buddhismo es sólo una filosofía?
RESPUESTA: La palabra filosofía viene de dos palabras,
"philo", que significa "amor" y "sophia" que
significa "sabiduría". Por lo tanto la filosofía es el amor por la
sabiduría o amor y sabiduría, ambos significados describen al buddhismo
perfectamente. El buddhismo enseña que deberíamos tratar de desarrollar nuestra
capacidad intelectual en su totalidad de modo que podamos tener claro
entendimiento. También nos enseña a cultivar amor y bondad de modo que podamos
ser como un verdadero amigo para todos los seres. Por lo tanto, el buddhismo es
una filosofía, pero no sólo una
filosofía. Es la filosofía superior.
PREGUNTA: ¿Quién fue el Buddha?
RESPUESTA: En el año 563 antes de Cristo nació un bebé dentro de
una familia real en el norte de la India. Creció en medio de la opulencia y el
lujo, pero con el correr del tiempo descubrió que el bienestar y la seguridad
mundanos no garantizan la felicidad. Se sintió profundamente conmovido por el
sufrimiento que veía alrededor y resolvió encontrar la llave para la felicidad
humana. Cuando cumplió los 29 años dejó a su esposa y a su hijo y se marchó
para sentarse a los pies de los grandes maestros religiosos de su tiempo y
aprender de ellos. Le enseñaron mucho, pero ninguno sabía realmente la causa
del sufrimiento humano ni cómo éste podía ser superado. Eventualmente, después
de 6 años de estudio y meditación, tuvo una experiencia en la cual toda la
ignorancia se derrumbó y Él repentinamente entendió. Desde
ese día en adelante, él fue llamado el Buddha, el Despierto. Vivió durante
otros 45 años, tiempo en el que viajó por todo el norte de la India,
enseñándole a otros lo que él había descubierto. Su compasión y paciencia
fueron legendarias y tuvo miles de seguidores. A los 80 años, viejo y enfermo,
pero todavía feliz y en paz, finalmente murió.
PREGUNTA: ¿Fue el Buddha un dios?
RESPUESTA: No, no lo
fue. Él no proclamó ser un dios, el hijo de un dios ni aún el mensajero de un
dios. Fue un ser humano que se perfeccionó a sí mismo y enseñó que, si
siguiéramos su ejemplo, podríamos perfeccionarnos a nosotros también.
PREGUNTA: Si el Buddha no es un dios, ¿por qué la gente lo venera?
REPUESTA: Hay diferentes clases de veneración. Cuando
alguien venera a un dios, lo alaba, a él o a ella, haciendo ofrendas y
pidiéndole favores en la creencia que el dios escuchará sus alabanzas, recibe
sus ofrendas y contesta sus plegarias. Los buddhistas no se entregan a este
tipo de veneración. La otra clase de veneración es cuando demostramos respeto a
alguien o algo que admiramos. Cuando un maestro entra en un salón, nos ponemos de
pié, cuando conocemos a un dignatario, estrechamos las manos, cuando se toca el
himno nacional, saludamos. Todos ellos son gestos de respeto y veneración y
señalan nuestra admiración por las personas y cosas. Ésta es la clase de
veneración que practican los buddhistas. Una estatua del Buddha, con sus manos
descansando delicadamente sobre su regazo y su sonrisa compasiva, nos recuerda
que tenemos que esforzarnos en desarrollar paz y amor dentro de nosotros
mismos. El perfume del incienso nos recuerda la influencia penetrante de la
virtud, la lámpara nos recuerda la luz de la sabiduría y las flores, que pronto
se marchitan y mueren, nos recuerdan la impermanencia. Cuando nos inclinamos de
manera respetuosa, expresamos nuestra gratitud al Buddha por todo lo que sus
enseñanzas nos han dado. Ésta es la naturaleza de la veneración buddhista.
PREGUNTA: ¿Por qué hay tantas clases diferentes de buddhismo?
RESPUESTA: Hay muchos y diferentes tipos de azúcar: azúcar
marrón, azúcar blanca, azúcar granulada, azúcar en terrones, almíbar y azúcar
en bloque. Pero todas son azúcares y todas saben dulce. Es producida en
diferentes formas de modo que pueda ser usada de diferentes maneras. Con el
buddhismo pasa igual. Está el Buddhismo Theravada, el Buddhismo Zen, el
Buddhismo de la Tierra Pura, el Buddhismo Yogacara y Vajrayana, pero todos
ellos son buddhismo y todos ellos tienen el mismo sabor —el sabor de la
libertad. El buddhismo ha evolucionado en formas diferentes de manera que pueda
ser relacionado con las diferentes culturas en las cuales existe. Ha sido
reinterpretado con el correr de los siglos para que pueda permanecer pertinente
a cada nueva generación. Externamente, los tipos de buddhismo pueden parecer
muy diferentes, pero en el centro de todos ellos están las Cuatro Nobles
Verdades y el Óctuple Sendero. Todas las grandes religiones, incluido el
buddhismo, se han dividido en sectas y escuelas. Pero los diferentes grupos del
buddhismo nunca han entrado en guerra unos contra otros, nunca han sido
hostiles unos con otros y hasta este día van cada uno a los templos de otros y
rinden culto juntos. Tal tolerancia y entendimiento son ciertamente raros.
PREGUNTA: Ud. en verdad piensa elevadamente acerca del buddhismo. Supongo
que cree que su religión es la correcta y que todas las otras están
equivocadas.
RESPUESTA: Ningún buddhista que comprende las enseñanzas
del Buddha piensa que las otras religiones están equivocadas. Tampoco nadie que
haya hecho un genuino esfuerzo por examinar otras religiones con una mente
abierta podría pensar eso. La primera cosa que usted nota cuando estudia las
diferentes religiones es, exactamente, cuánto tienen ellas en común. Todas las
religiones están de acuerdo en que el presente de la humanidad es
insatisfactorio. Todas creen que un cambio de actitud y comportamiento es
necesario para que la situación humana mejore. Todas enseñan una ética que
incluye amor, amabilidad, paciencia, generosidad y responsabilidad social y
todas aceptan la existencia de alguna forma de lo Absoluto. Usan diferentes
idiomas, diferentes nombres y diferentes símbolos para describir y explicar
estas cosas, y es sólo cuando la estrechez de mente se aferra a una sola manera
de ver las cosas que aparecen la intolerancia, el orgullo y la santurronería.
Imagine a un inglés, a un francés, a un chino y a un indonesio mirando a una
taza. El inglés dice "Eso es una cup".
El francés responde "No, no lo
es, es una tasse". El chino
comenta "Ustedes dos están equivocados. Es una pet". Y el indonesio se ríe de los otros y dice "Qué tontos
son. Es una cawan". El inglés
toma el diccionario y se lo muestra a los otros diciendo "Puedo probar que
es una cup. Mi diccionario así lo
dice". "Entonces su diccionario está equivocado", dice el
francés "porque mi diccionario dice claramente que es una tasse". El chino se burla de ellos.
"Mi diccionario es más viejo que el de ustedes, por lo tanto mi
diccionario debe estar bien. Y además, más gente habla en chino que en
cualquier otro idioma, por lo tanto debe ser una pet". Mientras ellos se están peleando y discutiendo unos con
otros, un buddhista llega y bebe de la taza. Después que ha bebido, le dice a
los otros "Tanto si lo llamas cup,
tasse, pet, o cawan, una tasa se
da a entender por su uso. Paren de discutir y beban, paren de pelear y refresquen
su sed". Ésta es la actitud de un buddhista hacia las otras religiones.
PREGUNTA: ¿Cuáles son las principales enseñanzas del Buddha?
RESPUESTA: Todas las enseñanzas del Buddha se centran en las
Cuatro Nobles Verdades como el aro de una rueda y sus rayos se adhieren al
centro del disco. Son llamadas "Cuatro" porque son cuatro. Son
llamadas "Nobles" porque enaltecen al que las comprende y son
llamadas "Verdades" porque, con respecto a la realidad, son
verdaderas.
PREGUNTA: ¿Cuál es la Primera Noble Verdad?
RESPUESTA: La Primera Noble Verdad es que la vida es
sufrimiento. Para vivir, usted debe sufrir. Es imposible vivir sin experimentar
algún tipo de sufrimiento. Tenemos que padecer sufrimiento físico como
enfermedad, daño, agotamiento, vejez y eventualmente la muerte y tenemos que
padecer sufrimiento psicológico como soledad, frustraciones, miedo, vergüenza,
desilusión, ira, etc.
PREGUNTA: ¿No es un poco pesimista?
REPUESTA: El diccionario define pesimismo como "el hábito de
pensar que todo lo que pasará será malo" o "La creencia de que lo
malo es más poderoso que lo bueno". El buddhismo no enseña ninguna de
estas ideas. Ni tampoco niega que exista la felicidad. Dice simplemente que
vivir es experimentar sufrimiento físico o psicológico, lo cual es una
aseveración tan verdadera y obvia que no puede ser negada. El concepto central
de la mayoría de las religiones es un mito, una creencia que es imposible
verificar. El buddhismo comienza con una experiencia, un hecho irrefutable, un
asunto acerca del cual todos sabemos, que todos hemos experimentado y que todos
nos esforzamos por superar. De esta manera el buddhismo es la única religión
verdaderamente universal porque va directo al núcleo de lo que a cada ser
humano individual le preocupa: el sufrimiento y cómo evitarlo.
PREGUNTA: ¿Cuál es la Segunda Noble Verdad?
RESPUESTA: La Segunda
Noble Verdad es que todo el sufrimiento es causado por el deseo. Cuando
observamos el sufrimiento psicológico es fácil ver cómo éste es causado por el
deseo. Cuando queremos algo pero somos incapaces de tenerlo, nos sentimos
frustrados. Cuando esperamos que alguien cumpla con nuestras expectativas y no
lo hace, nos sentimos decepcionados y defraudados. Cuando queremos que otros
gusten de nosotros y no lo hacen, nos sentimos heridos. Aún cuando queremos
algo que está a nuestro alcance, ello no lleva a menudo a la felicidad tampoco
porque enseguida nos aburrimos con ese objeto, perdemos interés en él y
empezamos a querer otra cosa. Sencillamente, la Segunda Noble Verdad dice que
conseguir lo que usted quiere no garantiza felicidad. Más que empeñarse
constantemente en tener lo que usted quiere, trate de cambiar su deseo. El
deseo nos priva del contentamiento y de la felicidad.
PREGUNTA: Pero ¿cómo el querer y el deseo vehemente llevan al sufrimiento
psíquico?
RESPUESTA: Una vida entera queriendo y deseando esto y aquello y
en especial el deseo de continuidad existencial crea una poderosa energía que
causa que el individuo renazca. Cuando renacemos tenemos un cuerpo, y como
dijimos antes, el cuerpo es susceptible al daño y a la enfermedad, puede ser
agotado por el trabajo, envejece y con el correr del tiempo muere. Y por lo
tanto, el deseo lleva al sufrimiento físico ya que causa que renazcamos.
PREGUNTA: Todo eso está muy bien. Pero si dejáramos de querer del todo
nunca tendríamos o alcanzaríamos nada.
RESPUESTA: Verdad. Pero lo que el Buddha dice es que cuando
nuestros deseos, nuestro apego, nuestro continuo descontento con lo que tenemos
y nuestras ansias continuas de más y más nos causan sufrimiento, deberíamos
detenernos. Él nos pide que establezcamos una diferencia entre lo que
necesitamos y lo que queremos y nos esforcemos por nuestras necesidades y
modifiquemos nuestros deseos. Él nos dice que nuestras necesidades pueden ser
cubiertas pero lo que deseamos no tiene fin —un pozo sin fondo. Hay necesidades
que son esenciales, fundamentales, y que deben ser satisfechas, y son éstas por
las cuáles deberíamos trabajar. Los deseos más allá de eso deberían ser
gradualmente reducidos. Después de todo, ¿cuál es el propósito de la vida?
¿Tener o estar contentos y felices?
PREGUNTA: Usted ha hablado acerca de renacer, pero ¿hay alguna prueba de
que eso suceda?
RESPUESTA: Hay una amplia evidencia de que eso sucede pero lo
veremos con más detalle más adelante.
PREGUNTA: ¿Cuál es la Tercera Noble Verdad?
RESPUESTA: La Tercera Noble Verdad es que el sufrimiento puede
ser superado y la felicidad alcanzada. Esta es quizás la más importante de las
Cuatro Nobles Verdades porque en ella el Buddha nos reasegura que la felicidad
verdadera y el contentamiento son posibles. Cuando dejamos el deseo inútil y
aprendemos a vivir un día a la vez, disfrutando sin querer con agitación las
experiencias que la vida nos ofrece, sobrellevando pacientemente los problemas
que envuelve la vida sin miedo, odio o enojo entonces llegamos a ser libres y
felices. Entonces, y sólo entonces, comenzamos a vivir cabalmente. Debido a que
ya no estamos obsesionados con satisfacer lo que nuestro egoísmo requiere,
hallamos que tenemos mucho más tiempo para ayudar a otros a satisfacer sus
necesidades. Este estado es llamado Nirvana. Somos libres de todo el
sufrimiento psicológico también. Éste es llamado el Nirvana Final.
PREGUNTA: ¿Qué es o dónde está el Nirvana?
RESPUESTA: Es una dimensión que trasciende el tiempo y el
espacio y resulta difícil hablar acerca de ella o aún pensar en ella. Las
palabras y los pensamientos son apropiados solamente para describir la
dimensión espacio-tiempo. Pero debido a que el Nirvana está más allá del tiempo
no hay movimiento y por lo tanto tampoco envejecimiento o muerte. Así, el
Nirvana es eterno. Porque está más allá del espacio, no hay causa, ni límites,
ni concepto de "yo" o "no-yo" y de esta manera el Nirvana es
infinito. El Buddha también nos asegura que el Nirvana es una experiencia de
inmensa felicidad. Él dice:
El Nirvana es
la felicidad más grande.
PREGUNTA: Pero ¿hay alguna prueba que demuestre que esa dimensión existe?
RESPUESTA: No, no la hay. Pero su existencia puede ser inferida.
Si hay una dimensión donde el tiempo y el espacio sí operan y existe tal
dimensión —el mundo que experimentamos, entonces podemos inferir que hay una
dimensión donde el tiempo y el espacio no operan— Nirvana. Otra vez, aún cuando
no podemos probar que el Nirvana existe, tenemos la palabra del Buddha de que
éste existe. Él nos dice:
"Hay un
No-nacido, un No-llegado-a-ser, un No-hecho, un No-compuesto. Si no hubiera,
este No-nacido, No-llegado a ser, No-hecho, No-compuesto, no habría ninguna
salida para lo nacido, llegado-a-ser, hecho y compuesto. Pero como hay este
No-nacido, No-llegado a ser, No-hecho, No-compuesto, por lo tanto existe una
salida de lo que es nacido, llegado-a-ser, hecho y compuesto."
Conoceremos esto cuando
lo alcancemos. Hasta que llegue ese momento debemos practicar.
PREGUNTA: ¿Cuál es la Cuarta Noble Verdad?
RESPUESTA: La Cuarta Noble Verdad es el Sendero que conduce a la
superación del sufrimiento. Este sendero es llamado el Óctuple Noble Sendero y
consiste en Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta
Acción, Rectos Medios de Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta
Concentración. Ser un buddhista practicante consiste en cultivar estas ocho
cosas íntegramente. Notará que los pasos que conforman el Óctuple Noble Sendero
cubren cada aspecto de la vida: el intelectual, el ético, el económico y el
psicológico, y en consecuencia, contiene todo lo que una persona necesita para
llevar una vida buena y para desarrollarse espiritualmente.
PREGUNTA: Los buddhistas, ¿creen en Dios?
RESPUESTA: No, no creemos. Hay varias razones para ello. El
Buddha, así como los sociólogos y psicólogos modernos, creía que las ideas
religiosas, y especialmente la idea de dios, tienen su origen en el temor. El
Buddha dice:
Impelida por el
miedo la gente se dirige a los montes sagrados, bosques sagrados, árboles
sagrados y altares.
Los humanos primitivos
se hallaban en un mundo peligroso y hostil, el miedo a los animales salvajes, a
no ser capaces de encontrar suficiente alimento, a ser heridos o a la
enfermedad, y a los fenómenos naturales como el trueno, el relámpago y los
volcanes, estaba constantemente con ellos. No encontrando seguridad, crearon la
idea de los dioses para que éstos les brindaran comodidad en los buenos
tiempos, valor en tiempos de peligro y consuelo cuando las cosas iban mal.
Hasta hoy, usted notará que la gente se vuelve más religiosa en tiempos de
crisis, usted los escuchará decir que la creencia en dios y en los dioses les
da la fortaleza que necesitan para vérselas con la vida. Usted los escuchará
explicar que ellos creen en un dios particular porque le oraron en un tiempo de
necesidad y su plegaria fue contestada. Todo ello parece apoyar la enseñanza
del Buddha de que la idea de dios es una respuesta al miedo y a la frustración.
El Buddha nos enseñó a tratar de comprender nuestros miedos, disminuir nuestros
deseos y, con calma y valerosamente, aceptar las cosas que no podemos cambiar.
Él reemplazó el miedo, no con la creencia irracional, sino con el entendimiento
razonable. La segunda razón por la cual el Buddha no creyó en un dios es porque
no parece haber ninguna evidencia que apoye esa idea. Hay numerosas religiones,
todas pretendiendo que ellas solamente tienen las palabras de dios conservadas
en su libro santo, que ellos solamente entienden la naturaleza de dios, que su
propio dios existe y que los dioses de las demás religiones no. Algunos alegan
que dios es masculino, algunos que es femenino y otros que es neutro. Todas
ellas están satisfechas de que hay amplia evidencia para probar la existencia
de su dios pero se ríen con descreimiento ante la evidencia que usan otras
religiones para probar la existencia de otro dios. No es sorprendente que con
tantas religiones diferentes, transcurriendo tantos siglos tratando de probar
la existencia de sus dioses, aún no ha sido hallada una evidencia real,
concreta, substancial e irrefutable. Los buddhistas suspenden el juicio hasta
que tal evidencia aparezca. La tercera razón por la cual el Buddha no creyó en
un dios es porque esa creencia no es necesaria. Algunos alegan que la creencia
en un dios es necesaria para explicar el origen del universo. Pero no es así.
La ciencia ha explicado muy convincentemente cómo llegó a existir el universo
sin tener que introducir la idea de dios. Algunos pretenden que es necesario
creer en dios para tener una vida significativa y feliz. Otra vez, podemos ver
que no es así. Hay millones de ateos y librepensadores, sin mencionar a los
muchos buddhistas, que tienen vidas útiles y significativas sin creer en un
dios. Algunos declaran que es necesario creer en el poder de dios porque los
humanos, siendo débiles, no tienen la fuerza suficiente como para ayudarse a sí
mismos. Nuevamente, la evidencia indica lo opuesto. Con frecuencia uno oye
acerca de gente que ha superado grandes impedimentos físicos y obstáculos,
disparidades y dificultades a través de sus propios recursos interiores, a
través de sus propios esfuerzos y sin creer en un dios. Algunos aducen que dios
es necesario para darle salvación al hombre. Pero este argumento sólo es válido
si usted acepta el concepto teológico de la salvación, y el buddhismo no acepta
ese concepto. Basado en su propia experiencia, el Buddha vio que cada ser
humano tenía la capacidad de purificar la mente, desarrollar infinito amor y
compasión y entendimiento perfecto. Él desvió la atención de los cielos al
corazón y nos estimuló a encontrar las soluciones a nuestros problemas a través
del autoconocimiento.
PREGUNTA: Pero si no hay dioses, ¿cómo llegó aquí el universo?
RESPUESTA: Todas las religiones tienen mitos y narraciones que
intentan responder a esa pregunta. En los tiempos antiguos, cuando la humanidad
sencillamente no sabía, esos mitos fueron adecuados, pero en el siglo veinte,
en la era de la física, la astronomía y la geología, esos mitos fueron
sustituidos por el hecho científico. La ciencia ha explicado el origen del
universo sin tener que recurrir a la idea de dios.
PREGUNTA: ¿Qué es lo
que dice el Buddha acerca del origen del universo?
RESPUESTA: Es interesante saber que la explicación del
Buddha acerca del origen del universo corresponde estrechamente con el punto de
vista científico. En el Aggañña Sutta, el Buddha
describe al universo siendo destruido y entonces re-evolucionando en su forma
actual a través de un período de incontables millones de años. La primera vida
constituida sobre la superficie del agua y otra vez, durante innumerables millones
de años, evolucionó desde simples hasta complejos organismos. Todos estos
procesos no tienen comienzo ni fin y son puestos en funcionamiento por causas
naturales.
PREGUNTA: Usted dice
que no hay evidencia que demuestre la existencia de un dios, pero ¿qué hay
acerca de los milagros?
RESPUESTA: Hay muchos que creen que los milagros son prueba de
la existencia de dios. Escuchamos pretensiones poco realistas acerca de una
curación que ha tenido lugar pero nunca contamos con un testimonio
independiente de un médico a cargo o de un cirujano. Escuchamos informes de
segunda mano acerca alguien que fue salvado milagrosamente de un desastre pero
nunca tenemos el relato de un testigo presencial sobre lo que supuestamente ha
sucedido. Escuchamos rumores acerca de una plegaria que compuso un cuerpo
enfermo o fortaleció una extremidad seca, pero nunca vemos radiografías o
conocemos comentarios de doctores o enfermeras. Pretensiones poco realistas,
informes de segunda mano y rumores no son sustitutos de la evidencia sólida y
la evidencia sólida de los milagros es muy poco frecuente. Sin embargo, algunas
veces sí suceden cosas inexplicables, sí ocurren eventos inesperados. Pero
nuestra incapacidad para hallar una explicación para tales cosas no prueba la
existencia de los dioses. Ello solamente prueba que nuestro conocimiento está
todavía incompleto. Antes del desarrollo de la medicina moderna, cuando la
gente no conocía la causa de la enfermedad, creía que dios o los dioses
enviaban dolencias a modo de castigo. Ahora sabemos qué causa esas cosas y
cuando nos enfermamos tomamos medicinas. Con el tiempo, cuando nuestro
conocimiento del mundo sea más completo, estaremos capacitados para descubrir
las causas de los fenómenos inexplicados así como ahora podemos entender qué es
lo que causa la enfermedad.
PREGUNTA: Pero como mucha gente cree en alguna forma de dios, debe ser
verdadero.
RESPUESTA: No tanto. Hubo un tiempo durante el cual todo el
mundo creía que la tierra era plana, pero todos estaban equivocados. La
cantidad de gente que cree en una idea no es indicadora de la verdad o falsedad
de esa idea. La única manera mediante la cual podemos decir si una idea es
verdadera o no, es observando los hechos y examinando la evidencia.
PREGUNTA: Entonces, si
los buddhistas no creen en los dioses ¿en qué creen?
RESPUESTA: No creemos en dios porque creemos en la humanidad.
Creemos que cada ser humano es precioso e importante, que todos tienen el
potencial de convertirse en un Buddha —un ser humano perfecto. Creemos que los
humanos pueden salir de la ignorancia y la irracionalidad y ver las cosas como
realmente son. Creemos que el odio, la ira, el rencor y los celos pueden ser
reemplazados por el amor, la paciencia, la generosidad y la amabilidad. Creemos
que todo esto está dentro del dominio de cada persona si se hace el esfuerzo,
guiado y apoyado por compañeros buddhistas e inspirados por el ejemplo del
Buddha. Como Él dijo:
Nadie nos salva excepto nosotros mismos. Nadie puede
y nadie podría. Nosotros debemos andar por el Sendero por nosotros mismos, pero
los Buddhas claramente muestran el camino.
PREGUNTA: Las
otras religiones obtienen sus ideas de lo que es correcto e incorrecto de los
mandamientos de su dios o dioses. Ustedes los buddhistas no creen en un dios,
entonces, ¿cómo saben lo que
está bien o lo que está mal?
RESPUESTA: Cualquier pensamiento, discurso o acción que esté
arraigado en la codicia, el odio o la ignorancia y que por lo tanto nos
conduzca fuera del Nirvana, es dañino, y cualquier pensamiento, discurso o acción
arraigado en el dar, el amor y la sabiduría y que nos ayude a despejar el
camino hacia el Nirvana, es bueno. Para saber lo que es correcto o incorrecto
en las religiones teocéntricas todo lo que se necesita es proceder como a usted
le fue dicho. Pero en las religiones antropocéntricas como el buddhismo, para
saber lo que es correcto o incorrecto usted debe desarrollar una profunda
atención sobre sí mismo y autoconocimiento. Y las éticas basadas en la
comprensión son siempre más sólidas que aquellas que responden a un mandato.
Por lo tanto, para saber lo que es correcto o incorrecto, el buddhista se fija
en tres cosas: la intención, la consecuencia que el acto tendrá sobre sí mismo
y la consecuencia que tendrá sobre otros. Si la intención es buena (arraigada
en el dar, el amor y la sabiduría), si ésta me ayuda a mí mismo (me ayuda a ser
más dadivoso, más amoroso y más sabio) y ayuda a otros (los ayuda a ser más
dadivosos, más amorosos y más sabios), entonces mis hechos y acciones son
sanos, buenos y morales. Por supuesto, esto tiene muchas variantes. En algunas
ocasiones yo actúo con la mejor de las intenciones, pero podría no beneficiarme
ni beneficiar a otros. Algunas veces, mis intenciones están lejos de ser
buenas, pero, aún así, mi acción ayuda a otros. Algunas veces, lo que hago
representa buenas intenciones y mis acciones me ayudan, pero quizás causen algo
de aflicción en otros. En estos casos mis acciones son entremezcladas, una
mezcla entre buenas y no tan buenas. Cuando las intenciones son malas y la
acción no me ayuda a mí ni a otros, esa acción es mala. Y cuando mi intención
es buena y mis acciones benefician a ambos, a mí mismo y a otros, entonces el
acto es completamente bueno.
PREGUNTA: Entonces, ¿el buddhismo tiene un código moral?
RESPUESTA: Sí, lo
tiene. Los Cinco Preceptos son el fundamento de la Moral Buddhista. El primer
precepto es abstenerse de matar o dañar a los seres vivientes. El segundo es
abstenerse de robar, es tercero es abstenerse de mala conducta sexual, el
cuatro es abstenerse de mentir y el quinto es abstenerse de alcohol u otras
drogas intoxicantes.
PREGUNTA: Pero seguramente es bueno matar algunas veces. Matar insectos que
propagan enfermedades, por ejemplo, o a alguien que va a matarlo a usted.
RESPUESTA: Pudiera ser bueno para usted, pero ¿qué hay acerca de
esa cosa o persona? Ellos desean vivir del mismo modo que lo desea usted.
Cuando usted decide matar un insecto propagador de enfermedades, su intención
es quizás una mezcla de preocupación personal (bien) y aversión (mal). La
acción lo beneficiará a usted (bien) pero, obviamente, no beneficiará a esa
criatura (mal). Por eso, algunas veces podría ser necesario matar, pero nunca
es totalmente bueno.
PREGUNTA: Ustedes los buddhistas se preocupan demasiado por las hormigas y
los insectos.
RESPUESTA: Los buddhistas se esfuerzan por desarrollar una
compasión que es indiscriminada y universal. Ellos ven el mundo como un todo
completo donde cada cosa o criatura tiene su lugar y función. Ellos creen que,
antes de destruir o alterar el delicado equilibrio de la naturaleza, debemos
ser muy cuidadosos. Sólo veamos aquellas culturas donde se pone el énfasis en
la explotación de la naturaleza a más no poder, exprimiendo hasta la última
gota de ella sin entregar nada a cambio, conquistándola y sometiéndola. La
Naturaleza se ha rebelado. Hasta el mismo aire se está envenenando, los ríos
están contaminados y muertos, muchas especies hermosas de animales se han
extinguido, las laderas de las montañas están áridas y erosionadas. Incluso el
clima está cambiando. Si la gente estuviera menos ansiosa por aplastar,
destruir y matar, esta situación podría no haber surgido. Deberíamos
esforzarnos por desarrollar un poco más de respeto por la vida. Y esto es lo
que el primer precepto está diciendo.
PREGUNTA: El Tercer Precepto dice que deberíamos abstenernos de mala
conducta sexual. ¿Qué significa "mala conducta sexual"?
RESPUESTA: Si usamos argucias, chantaje emocional o
forzamos mediante la coacción a alguien a tener sexo con nosotros, entonces
esto es mala conducta sexual. El adulterio es una forma de mala conducta
sexual, porque cuando nos casamos le prometemos a nuestra esposa o esposo que
le seremos fieles. Cuando cometemos adulterio rompemos esa promesa y
traicionamos su confianza. El sexo debería ser una expresión de amor e
intimidad entre dos personas, y cuando es así, contribuye a nuestro bienestar
mental y emocional.
PREGUNTA: El sexo antes del matrimonio ¿es un tipo de mala conducta sexual?
RESPUESTA: No si hay amor y mutuo acuerdo entre las dos
personas. Sin embargo, nunca debería olvidarse que la función biológica del
sexo es la reproducción, y si una mujer soltera llega a estar embarazada esto
puede causar muchos problemas. Mucha gente madura y juiciosa piensa que es por
mucho mejor dejar el sexo hasta después del matrimonio.
PREGUNTA: Pero ¿qué hay acerca de mentir? ¿Es posible vivir sin decir
mentiras?
RESPUESTA: Si es realmente imposible arreglárselas en la
sociedad o en los negocios sin mentir, ese chocante y corrupto estado de los
asuntos debería ser cambiado. El buddhista es alguien que se determina a hacer
algo práctico acerca del problema tratando de ser más confiable y honesto.
PREGUNTA: Bueno, ¿qué hay acerca del alcohol? Seguramente un pequeño trago
no daña.
RESPUESTA: La gente no toma por el gusto. Cuando toman solos es
un modo de buscar liberación de la tensión, y cuando beben socialmente a menudo
es por convención. Aún una pequeña cantidad de alcohol distorsiona la
conciencia y desestabiliza la atención completa sobre sí mismo. Tomado en
grandes cantidades, su efecto puede ser devastador.
PREGUNTA: Pero tomar sólo una pequeña cantidad no sería en realidad romper
el precepto, ¿no? Es sólo una cosa pequeña.
RESPUESTA: Sí, es sólo una pequeña cosa, y si usted no puede
practicar ni siquiera una pequeña cosa,
su compromiso y resolución no son muy sólidos, ¿no?
PREGUNTA: Los Cinco Preceptos son negativos. Ellos le dicen lo que no hay
que hacer. Ellos no le dicen lo que hay que hacer.
RESPUESTA: Los Cinco Preceptos son el fundamento de la
Moralidad Buddhista. No son toda la Moralidad Buddhista. Comenzamos por
reconocer nuestra mala conducta y esforzarnos por detenernos. Para esto son los
Cinco Preceptos. Después que hayamos dejado de hacer lo que está mal, entonces
comenzamos a hacer lo bueno. Tomemos un ejemplo: hablar. El Buddha nos dice que
deberíamos empezar por abstenernos de decir mentiras. Después de ello,
deberíamos hablar con la verdad, hablar gentil y amablemente y hablar en el
momento adecuado. Él dice:
Abandonando el
lenguaje falso, (él) se transforma en alguien que siempre dice la verdad,
confiable, fidedigno, responsable, no engaña al mundo. Abandonando el lenguaje
malicioso, (él) no repite allí lo que ha escuchado aquí ni repite aquí lo que
ha escuchado allí con el fin de causar desavenencias entre las personas. Él
reconcilia a aquellos que están divididos y acerca más a los que ya son amigos.
La armonía es su alegría, la armonía es su deleite, la armonía es lo que ama,
es ésta la razón de su lenguaje. Abandonando el lenguaje áspero su lenguaje es
intachable, placentero de escuchar, agradable, dirigido al corazón, cortés,
grato para la mayoría. Abandonando la charla frívola, (él) habla en el momento
adecuado lo que es concreto, directo al asunto, acerca del Dhamma y acerca de
la disciplina. (Él) Habla con palabras dignas de ser atesoradas, oportunas,
razonables, bien definidas y precisas."
PREGUNTA: ¿De dónde venimos y hacia dónde estamos yendo?
RESPUESTA: Hay tres respuestas posibles a esta pregunta.
Aquellos que creen en un dios o dioses generalmente afirman que antes de que un
individuo sea creado no existe, que luego llega a existir merced a la voluntad
de un dios. Éste individuo vive su vida, y así, de acuerdo con lo que él cree o
hace durante su vida, va al cielo eterno o al infierno eterno. Hay otros,
humanistas y científicos, que alegan que el individuo llega a existir en el
momento de la concepción debido a causas naturales, vive, y luego, en el
momento de su muerte deja de existir. El buddhismo no acepta ninguna de estas
explicaciones. La primera da lugar a muchos problemas éticos. Si un dios bueno
realmente crea a cada uno de nosotros es difícil de explicar por qué mucha
gente nace con las más atroces deformidades, o por qué tantas criaturas son
abortadas espontáneamente antes de nacer o nacen muertas. Otro problema con la
explicación teísta es que parece ser muy injusto que una persona deba sufrir
tormentos eternos en el infierno por lo que hizo sólo en sesenta o setenta años
en la tierra. Sesenta o setenta años de incredulidad o vida inmoral no merecen
la tortura eterna. Del mismo modo, sesenta o setenta años de una vida buena
parecen ser un pago muy escaso por la dicha eterna en los cielos. La segunda
explicación es mejor que la primera y cuenta con más evidencia científica para
sostenerse, pero todavía deja varias cuestiones importantes sin resolver. ¿Cómo
puede, un fenómeno tan asombrosamente complejo como la conciencia,
desarrollarse a partir de la sencilla unión de dos células, el espermatozoide y
el óvulo? Y ahora que la parapsicología es una rama reconocida de la ciencia,
fenómenos como la telepatía son cada vez más difíciles de encajar dentro del
modelo materialista de la mente. El buddhismo ofrece la explicación más
satisfactoria acerca de dónde proviene el hombre y hacia dónde está yendo.
Cuando morimos, la mente, con todas sus tendencias, preferencias, habilidades y
características que han sido desarrolladas y condicionadas durante esta vida se
re-establece a sí misma en un óvulo fertilizado. De esta manera, el individuo
crece, renace y desarrolla una personalidad condicionada tanto por las
características mentales que han sido transportadas como por el medio ambiente.
La personalidad cambiará y será modificada por el esfuerzo consciente y por
factores condicionantes como la educación, la influencia de los padres y de la
sociedad, y una vez más, cuando muere, se re-establece a sí misma en un nuevo
óvulo fertilizado. Este proceso de morir y renacer continuará hasta que las
condiciones que lo causan, el deseo vehemente y la ignorancia, terminen. Cuando
esto sucede, en lugar de renacer, la mente alcanza un estado llamado Nirvana, y
éste es el objetivo final del buddhismo y el propósito de la vida.
PREGUNTA: ¿Cómo es que la mente va de un cuerpo a otro?
RESPUESTA: El acto de pensar en algo se parece a las ondas de
radio. Las ondas de radio, que no están hechas de palabras y música sino de energía
en diferentes frecuencias, son transmitidas, viajan a través del espacio, son
atraídas y recogidas por el receptor desde donde son emitidas como palabras y
música. Lo mismo sucede con la mente. En el momento de la muerte, la energía
mental que viaja a través del espacio es atraída y recogida por el óvulo
fertilizado. A medida que el embrión crece, se concentra en el cerebro desde
donde más tarde se da a conocer a sí misma en la forma de una nueva
personalidad.
PREGUNTA: ¿Uno siempre renace en un ser humano?
RESPUESTA: No, hay varios planos dentro de los cuáles uno puede
renacer. Algunas personas renacen en el cielo, algunos en el infierno, algunos
renacen como fantasmas carentes (o espíritus hambrientos), y así por el estilo.
El cielo no es un lugar, sino un estado de existencia donde uno tiene un cuerpo
sutil y donde la mente experimenta más que nada placer. Algunas religiones se
esfuerzan arduamente por renacer en una existencia celestial creyendo
erróneamente en éste como un estado permanente. Pero no lo es. Como todos los
estados condicionados, el cielo es impermanente, y cuando el lapso de vida de
uno allí se termina uno bien puede renacer otra vez como humano. Del mismo
modo, el infierno, no es un lugar, sino un estado de existencia donde uno tiene
un cuerpo sutil y donde la mente experimenta más que nada desasosiego y
angustia. Ser un fantasma carente, de nuevo, es un estado donde el cuerpo es
sutil y donde la mente es continuamente asediada por el deseo ansioso y la
insatisfacción. Por lo tanto, así es como los seres celestiales experimentan
placer más que otra cosa, los seres en el infierno y los fantasmas padecen
mayormente dolor y los seres humano comúnmente experimentan una mezcla de
ambos. Por lo tanto, la mayor diferencia entre el plano humano y los otros
planos es el tipo de cuerpo y las características de la experiencia.
PREGUNTA: ¿Qué es lo que decide dónde se renacerá?
RESPUESTA: El factor más importante, aunque no el único, que
tiene influencia sobre dónde renacemos y qué clase de vida tendremos, es el
kamma. La palabra kamma significa "acción" y se refiere a nuestras
acciones mentales volicionales. En otras palabras, lo que somos está
determinado, en una gran medida, por cómo hemos pensado y actuado en el pasado.
Del mismo modo, cómo pensamos y actuamos ahora tendrá influencia sobre cómo
seremos en el futuro. La clase de persona amable y amorosa tiende a renacer en
un plano celestial o como un ser humano en el que predominan las vivencias
agradables. La clase de persona llena de preocupaciones, atribulada o
extremadamente cruel tiende a renacer en el plano infernal o como un ser humano
en el que predominan las experiencias desagradables. La persona que desarrolla
deseos ardientes y obsesivos, feroces caprichos y apasionadas ambiciones que
nunca pueden ser satisfechas tiende a renacer como fantasma carente o como un
ser humano frustrado por el antojo o lo que le falta. Cualesquiera hábitos
mentales que sean desarrollados con firmeza en esta vida continuarán en la
próxima. La mayor parte de la gente, sin embargo, renacen como seres humanos.
PREGUNTA: Por lo tanto, si nuestras vidas no están determinadas por nuestro
kamma, ¿podemos cambiarlo?
RESPUESTA: Por supuesto que podemos. Ésta es la razón por
la cual uno de los pasos del Noble Óctuple Sendero es el Recto Esfuerzo.
Depende de nuestra sinceridad, de cuánta energía podamos ejercer y de cuán
intenso sea el hábito. Sin embargo, es verdad que algunas personas van por la
vida sencillamente, bajo la influencia de sus hábitos pasados sin hacer un
esfuerzo para cambiarlos y siendo víctimas de sus desagradables resultados.
Esas personas continuarán sufriendo a menos que cambien sus hábitos negativos.
Cuanto más tiempo permanecen los hábitos negativos son más difíciles de
cambiar. El buddhista entiende esto y aprovecha todas y cada una de las
oportunidades que se le presentan para romper hábitos mentales que tienen
resultados desagradables y desarrollar hábitos mentales que tienen un resultado
grato y feliz. La meditación es una de las técnicas usadas para modificar los
patrones de los hábitos de la mente tales como hablar o abstenerse de hablar,
actuar o abstenerse de actuar de ciertas maneras. La totalidad de la vida
buddhista es un entrenamiento para purificar y liberar la mente. Por ejemplo, si
ser paciente y amable fue una parte significativa de su carácter durante su
última vida, tales tendencias resurgirán en la vida presente. Si esas
tendencias son fortalecidas y desarrolladas durante la vida presente,
resurgirán aún con más fuerza y más pronunciadas en la vida futura. Esto está
basado en el hecho simple y observable que hábitos largamente establecidos
tienden a ser difíciles de romper. Ahora, cuando usted es paciente y amable,
tiene a suceder que usted no es irritable fácilmente por parte de otros, usted
no guarda rencores, la gente como usted tiende a ser más feliz a través de sus
experiencias. Ahora tomemos otro ejemplo. Digamos que usted vino a la vida con
una tendencia a ser paciente y amable debido a sus hábitos mentales durante su
última vida. Pero, durante la vida presente, usted deja de fortalecer y
desarrollar esas tendencias. Ellas gradualmente se debilitarían y extinguirían
y quizás estarían completamente ausentes en su futura vida. Siendo la
amabilidad y la paciencia débiles en este caso, hay una posibilidad de que
tanto en esta vida como en la próxima pueda desarrollarse un carácter
resentido, colérico y cruel, trayendo junto con ello todas las desagradables
vivencias que tales actitudes crean. Tomaremos un último ejemplo. Digamos que,
debido a sus hábitos mentales en su última vida, usted llegó a la vida presente
con la tendencia a ser irritable y colérico y usted se da cuenta que tales
hábitos solamente le causan situaciones desagradables y entonces hace un
esfuerzo para cambiarlos. Usted los reemplaza con emociones positivas. Si usted
es capaz de eliminarlos completamente, lo cuál es posible si hace el esfuerzo,
usted se libera de las situaciones desagradables que son producidas por ser
irritable y colérico. Si usted es capaz sólo de debilitar esas tendencias,
éstas resurgirán en la próxima vida, donde con un poco más de esfuerzo, podrían
ser completamente eliminadas y usted podría ser liberado de sus efectos
desagradables.
PREGUNTA: Usted ha hablado mucho acerca del renacimiento, pero ¿hay alguna
prueba de que renacemos cuando morimos?
RESPUESTA: No solamente hay evidencia científica para
apoyar la creencia buddhista en el renacimiento, sino que es la única teoría después-de-la-vida que
tiene alguna evidencia para apoyarse en ella. No hay ni un fragmento de
evidencia para probar la existencia de los cielos y, por supuesto, la evidencia
de aniquilación en la muerte debe ser insuficiente. Pero durante los últimos
treinta años los parapsicólogos han estado estudiando informes sobre algunas
personas que tienen lúcidos recuerdos de sus vidas anteriores. Por ejemplo, en
Inglaterra, una niña de cinco años de edad dijo que ella podía recordar su
"otra madre y su otro padre" y habló vívidamente sobre lo que sonaba
como eventos en la vida de otra persona. Se llamó a los parapsicólogos y le
hicieron cientos de preguntas a las que ella respondió. Habló acerca de vivir
en una particular aldea rural en lo que parecía ser España, dio el nombre de la
aldea, el nombre de la calle en la que vivió, los nombres de sus vecinos y
detalles acerca de su vida diaria allí. También habló con aprensión acerca de
cómo había sido atropellada por un auto y había muerto, a causa de las heridas,
dos días más tarde. Cuando estos detalles fueron cotejados se halló que eran
precisos. Había una aldea en España
con el nombre que había dado la niña de cinco años. Había una casa del tipo que ella había descrito en la calle que
había nombrado. Lo que es más, se supo que una mujer de 23 años que había
vivido en la casa había muerto en un
accidente de auto cinco años atrás. Ahora, ¿cómo es posible que una niña de 5
años que vivía en Inglaterra y que nunca había estado en España supiera todos
estos detalles? Y, por supuesto, no es el único caso de este tipo. El profesor
Ian Stevenson del Departamento de Psicología de la Universidad de Virginia ha
descrito docenas de casos de esta clase en sus libros. Es un científico
acreditado cuyos estudios a lo largo de 25 años con gente que recuerda vidas
anteriores son una sólida evidencia en apoyo de la enseñanza buddhista del
renacimiento.
PREGUNTA: Algunas personas podrían decir que la supuesta capacidad para
recordar vidas anteriores es obra de demonios.
RESPUESTA: Usted no puede descalificar todo lo que no cuadra con
su creencia como obra de los demonios. Cuando, fríamente, se presentan datos
concretos para apoyar una idea, usted debe recurrir a argumentos lógicos y
racionales si desea oponerse a ellos, no a habladurías irracionales y
supersticiosas sobre demonios.
PREGUNTA: Usted dice que hablar acerca de los demonios es superstición,
pero hablar acerca del renacimiento ¿no lo es un poco también?
RESPUESTA: El diccionario define "superstición"
como "una creencia que no está basada en la razón o en los hechos sino en
una asociación de ideas, como ocurre con lo mágico". Si usted puede
mostrarme un estudio cuidadoso sobre la existencia de los demonios, realizado
por un científico, concederé que la creencia en los demonios no es una
superstición. Pero nunca he escuchado sobre ninguna investigación acerca de los
demonios; los científicos sencillamente no se molestarían en estudiar esas
cosas, por lo tanto yo digo que no hay evidencia que apoye la existencia de los
demonios. Pero como recién hemos visto, hay evidencia que parece sugerir que el
renacimiento sí tiene lugar.
De este modo, si la
creencia en el renacimiento está basada en al menos algunos hechos, no puede
ser una superstición.
PREGUNTA: Bien, ¿han existido algunos científicos que creyeron en el
renacimiento?
RESPUESTA: Sí. Thomas Huxley, quien fue responsable por haber
introducido la ciencia en el sistema de educación británico del siglo 19 y
también el primer científico en defender las teorías de Darwin, creía que la
reencarnación era una idea muy plausible. En su famoso libro "Evolución y
Ética y Otros Ensayos", dice:
En la doctrina
de la transmigración, cualquiera sea su origen, las especulaciones brahmánica y
buddhista encontraron de modo conveniente la manera de construir una
convincente justificación de los caminos del Cosmos hasta el hombre... Aún
cuando este argumento de justificación no es menos convincente que otros; y
nadie, sino sólo pensadores muy precipitados, la rechaza sobre la base de que
es un inherente absurdo. Como la misma doctrina de la evolución, la de la
transmigración encuentra sus raíces en el mundo de la realidad, y ella podría
reclamar en su apoyo, desde la analogía, el gran argumento que ésta es capaz de
ofrecerle.
Luego, el profesor
Gustaf Stromberg, el famoso astrónomo sueco, físico y amigo de Einstein,
también halló atrayente la idea del renacimiento.
Las opiniones varían con respecto a si las almas
humanas pueden reencarnarse en la tierra o no. En 1936 hubo un caso muy
interesante que fue ampliamente investigado y presentado por las autoridades
gubernamentales en la India. Una niña (Shanti Devi de Delhi) pudo describir con
fidelidad su vida anterior (en Muttra, a quinientas millas de Delhi), la cuál
terminó alrededor de un año antes de su "segundo nacimiento". Ella
dio el nombre de su marido y de su hijo y describió su hogar y la historia de
su vida. La comisión investigadora la llevo a ella ante sus antiguos parientes,
quienes confirmaron todas sus declaraciones. Las reencarnaciones son
consideradas normales entre la gente de la India, lo asombroso de este caso era
la gran cantidad de eventos que recordaba la niña.
Éste y casos similares pueden ser considerados como evidencia adicional que
apoya la teoría de la indestructibilidad de la memoria.
El profesor Julian
Huxley, el distinguido científico británico que fue Director General de la
UNESCO, creía que el renacimiento estaba, por completo, en armonía con el
pensamiento científico.
No hay nada en contra
de la permanente supervivencia de una individualidad espiritual que es emitida,
de alguna manera, en el momento de la muerte, como un claro mensaje inalámbrico
es emitido por un aparato emisor trabajando en forma concreta. Pero, debe
recordarse, que un mensaje inalámbrico solamente se convierte en un mensaje
nuevamente cuando hace contacto con una nueva estructura material —el receptor.
Del mismo modo ocurre con nuestra posible emanación del espíritu. Él
(espíritu)... no podría nunca pensar o sentir a menos que estuviese
"in-corporado" de alguna manera. Nuestras personalidades están tan
basadas en el cuerpo, que es realmente imposible pensar en términos de una
supervivencia en tanto sensación corpórea sin alguna clase de cuerpo... Puedo
pensar en algo que, siendo emitido, de alguna manera transportaría la misma
vinculación para los hombres y mujeres como un mensaje inalámbrico para un
aparato transmisor, pero en este caso, "el muerto" sería, hasta donde
podemos ver, nada, sino perturbaciones de diferentes patrones vagando por el
universo hasta que... ellos... volvieran a la realidad de la conciencia
haciendo contacto con algo que pudiese trabajar como un aparato receptor para
la mente.
Aún personas muy
prácticas y realistas, como el industrial americano Henry Ford, hallaban
aceptable la idea del renacimiento. Ford se sintió atraído por la idea del
renacimiento por que, a diferencia de la idea teísta o de la idea materialista,
el renacimiento le otorga una segunda oportunidad para desarrollarse a sí
mismo. Henry Ford dice:
Adopté
la teoría de la Reencarnación cuando tenía veintiséis años. La religión no
ofreció nada concreto... Ni aún el trabajo pudo darme una satisfacción total.
El trabajo es fútil si no podemos utilizar la experiencia que recogemos durante
una vida en la siguiente. Cuando descubrí la Reencarnación fue como si hubiese encontrado un plan universal. Me di cuenta de
que había una oportunidad para desarrollar mis ideas. El tiempo ya no fue un
límite. No fui más un esclavo de las manecillas del reloj... El genio es
experiencia. Algunos parecen pensar que es un don o un talento, pero es el
fruto de una larga experiencia durante muchas vidas. Algunas son almas más
viejas que otras, y por lo tanto, saben más. El descubrimiento de la
Reencarnación reconfortó mi mente. Si usted conserva un registro de esta
conversación, escríbala para que reconforte a la mente de los hombres. Me
gustaría comunicarle a los otros la serenidad que nos brinda un punto de vista
de largo alcance sobre la vida.
Por lo tanto, las
enseñanzas buddhistas sobre el renacimiento sí
tienen evidencia científica que las apoya. Son lógicamente consistentes y van
mucho más allá con su respuesta a preguntas en las que las teorías teístas y
materialistas fallan en responder. Pero también son muy reconfortantes. Qué
podría ser peor que una teoría sobre la vida que no le da una segunda ocasión,
ni oportunidad de corregir los errores que ha cometido en esta vida, ni tiempo,
tampoco, para el ulterior desarrollo de aptitudes y habilidades que ha
cultivado en esta vida. Pero, de acuerdo con el Buddha, si usted falla en
alcanzar el Nirvana es esta vida, tendrá la oportunidad de hacer el intento
nuevamente la próxima vez. Si ha cometido errores en esta vida, estará
capacitado para corregirse en la próxima. Usted estará realmente capacitado
para aprender de sus errores. Las cosas que no fue capaz de hacer o alcanzar en
esta vida muy bien podrían hacerse posibles en la próxima. ¡Qué maravillosa
enseñanza!
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