El presente es la única realidad a nuestro
alcance: el pasado se nos escapa y el futuro está por llegar. Sin embargo,
centrarse en el “aquí y ahora” no siempre es sencillo y requiere entrenamiento.
Vivir intensamente el presente es reconocer
nuestras sensaciones y nuestras emociones, evitar que los recuerdos o
el miedo al futuro nos paralice y afrontar tanto lo bueno como lo malo
que nos sucede. Estar en el ahora no significa renunciar al pasado ni a
nuestras ilusiones, sino darnos la oportunidad de saborear el momento y
conectar con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
A continuación te presento 3 técnicas
para vivir el presente:
1) No podemos controlarlo todo
Preocuparnos por lo que va a pasar y prevenir los
posibles contratiempos que nos podamos encontrar puede sernos útil (por
ejemplo, coger un paraguas si vamos de viaje a un país en el que suele llover
mucho), y, de hecho, está en la base de nuestra supervivencia como especie.
Pero vivir intentando tenerlo siempre controlado es no solo una forma de estar
en todo momento agobiados por lo que pueda pasar, sino, además, perseguir un
imposible, porque, por mucho que deseemos lo contrario, hay muchas cosas que
escapan a nuestro control.
“Para ser armoniosos y felices, tendríamos
que saber discriminar entre lo controlable y lo no controlable“,
explica Isabel Larraburu, psicóloga clínica y autora de, entre otros títulos, Atención
plena. “Vivir realmente en el presente implica una buena capacidad de
tolerar lo incierto y de implementar soluciones a medida que van surgiendo los
problemas. No obstante, el miedo a lo incierto nos empuja a prever y
‘solucionar’ problemas hipotéticos futuros cuando aún no tenemos siquiera los
postulados. Queremos tenerlo todo listo por si acaso. Por eso el futuro está
continuamente nublándonos el presente.”
2) Aliviar la carga del pasado
También el pasado ocupa una gran parte de nuestra
atención. Añoramos los momentos felices, lamentamos nuestros errores pasados y,
a menudo, actuamos condicionados por todo lo que hemos vivido, manteniendo
viejos hábitos o formas de vernos a nosotros mismos que nos impiden
evolucionar.
“El pasado es nuestra biografía, pero lo único que existe de él son unos
recuerdos reconstruidos como una novela y todo aquello que seguimos cargando de
él en el presente en forma de emoción” reflexiona Isabel Larraburu, quien
nos recomienda recurrir a una terapia de conciencia plena
cuando la carga de los recuerdos nos impide avanzar: “Una terapia basada en
mindfulness ayuda a ser consciente de aquello que acarreamos del pasado en el
presente para intentar hacer un saludable ‘reset’.”
3) Ejercitarnos con la meditación
Desde la Antigüedad, las diferentes formas de
meditación nos invitan a estar en el aquí y el ahora. Pero, ¿a qué nos
referimos con vivir en el presente? Al fin y al cabo no podemos vivir
en ningún otro sitio, ¿no?
En realidad, explican los especialistas, no se
trata tanto de vivir en el presente como de “estar” en el presente,
estar al 100%, con todos los sentidos, prestando toda nuestra atención
a lo que hacemos o sentimos en este instante, a lo que sucede aquí y ahora.
Para la psicóloga Isabel Larraburu se trata de “prestar una atención total
e integrada a todo lo que estamos haciendo, pensando y sintiendo ahora mismo”.
Algo a lo que la tradición oriental,
especialmente el budismo, ha otorgado siempre gran importancia y ha ejercitado
a través de la práctica de la meditación. Un camino que también es el que
propone el mindfulness o práctica de la ‘atención plena’.
“La principal característica de la
mente que medita es la de hallarse centrada en el presente.
Puede ocuparse de objetos muy diversos, pero todos ellos tienen que ver con lo
que sucede en el momento que se está viviendo, es decir, con la única realidad
que existe”, explica el doctor Vicente Simón.. “Esto es bastante diferente
a como habitualmente utilizamos la mente, ya que, durante una parte
considerable del tiempo (alrededor del 50%), la mente de nuestros
contemporáneos se encuentra pensando en algo diferente a lo que está haciendo o
experimentando en ese momento.”
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