domingo, 22 de julio de 2012

La influencia de las emociones en la salud


La Organización Mundial de la Salud define la salud como Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades“.

Por encima de las definiciones oficiales, la enfermedad no es únicamente dolor y la salud únicamente ausencia de enfermedad, sino un proceso de adaptación en el que confluyen factores físicos, mentales y sociales en adaptación al entorno.

Las emociones son fundamentales para el estado de salud, algunos estudios determinan que el sistema nervioso central y el sistema inmunológico se comunican, esto quiere decir que las emociones y el cuerpo no están separados sino muy interrelacionados.

Las creencias negativas producen emociones negativas, afectan la vulnerabilidad de la persona a contraer enfermedades ya que debilitan la eficacia de ciertas células inmunológicas, eso NO significa que todos aquellos que tengan estas emociones serán más vulnerables a una enfermedad.

Las creencias positivas producen emociones positivas son beneficiosas a la hora de la recuperación de la enfermedad, la persona que tiene muchas esperanzas es más capaz de resistir en circunstancias penosas.

Nuestras abuelas ya lo sabían y nos decían: la tristeza, la preocupación obsesiva y otras emociones podrían dañar el corazón, provocar úlceras, arrugar el cutis y hacernos más vulnerables a las infecciones.

Las emociones se pueden analizar observando nuestra propia conducta, el resultado es la llamada CONDUCTA EMOCIONAL. Bajo este término se incluyen:
  • ACCIONES FÍSICAS como abrazar a un amigo.
  • RESPUESTAS INNATAS como llorar o asustarse por un ruido inesperado.
  • PENSAMIENTOS NO EXPRESADOS guardados en nuestro interior solo para nosotros.
  • CAMBIOS FISIOLÓGICOS como el rubor que aparece a consecuencia de la vergüenza.
Cada persona construye su propia realidad, la interpretación que hace de esa realidad, genera algún tipo de emoción. El papel de las emociones no se limita solo al papel de provocar o ser la causante de la enfermedad, sino que también influye en su desarrollo, agravamiento y cronicidad.

Entre las emociones más estudiadas se encuentran la ira, el estrés, la depresión y la ansiedad. Una definición común y en las que todos coinciden es que las emociones son procesos adaptativos.

Emociones y salud también se relacionan cuando uno ya está enfermo, debido a que en ese momento somos emocionalmente frágiles ya que nuestro bienestar mental se basa en parte en la ilusión de la invulnerabilidad, siendo atacada la premisa de que nuestro mundo interno está a salvo y seguro. En este caso la emoción más típica es el miedo.
  • LA IRA fundamentalmente genera problemas en el corazón. Esta emoción varía en intensidad, yendo de la irritación leve a la furia intensa. La manera instintiva de expresarla es responder agresivamente, esto nos permite luchar y defendernos cuando somos atacados o nos sentimos amenazados. Podemos EXPRESARLA, siendo respetuosos, no agresivos, es la manera más sana de hacerlo. SUPRIMIRLA, se trata de convertirla en un comportamiento más constructivo. Esto tiene un riesgo personal y es que puede provocar, hipertensión o depresión, provocar venganza en lugar de enfrentarse directamente a la persona, también puede provocar actitudes hostiles y cínicas de forma permanente. CALMARSE, eso significa controlar tanto el comportamiento exterior como el interior y dejar que la ira vaya pasando.

  • EL ESTRÉS es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. Esto provoca unas reacciones en el cuerpo que a corto plazo no son dañinas pero si persisten pueden provocar, depresión, enfermedades cardíacas, etc. Un estrés moderado puede incluso mejorar la memoria y la inteligencia ya que normalmente algo que nos estresó mucho lo recordamos durante mucho tiempo. Algunos tratamientos naturales y positivos se han mostrado eficaces para mejorar el estrés, masajes, cuidar la alimentación, dormir y técnicas de relajación.


  • LA DEPRESIÓN es una emoción que afecta al estado anímico, a la manera de pensar y de concebir la realidad. Afecta al ciclo normal de sueño-vigilia, pérdida de apetito, también se altera la autoestima. La depresión no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. Está provocada por el resultado de la acción combinada de factores químicos,hormonales, genéticos o del entorno en el que nos encontramos.

  • LA ANSIEDAD está asociada a preocupaciones excesivas. Síntomas frecuentes son nerviosismo, fatiga, irritabilidad, incapacidad para relajarse, alteración del sueño, estos síntomas provocan a su vez un deterioro en las relaciones familiares, sociales y laborales. Es un trastorno de larga duración, puede durar más de 6 meses. Se puede reducir trabajando el comportamiento, con técnicas de relajación y un tratamiento en fase aun experimental la bio-retroalimentación, este involucra la fisiología con tratamientos mentales por medios electrónicos.
Para gestionar adecuadamente las emociones:
  • No debemos someterlas a censura.
  • Estar atentos a las señales emocionales, tanto a nivel físico como mental.
  • Buscar las situaciones que las desencadenan.
  • Descargar físicamente el malestar que nos generan.
  • Expresar nuestros sentimientos a la persona que los ha desencadenado.
Aprender a gestionar las emociones es una tarea pendiente para nosotros, no solo como personas sino como sociedad.

Es interesante constatar que por fin, la medicina científica occidental está enfocando con mayor ahínco, su atención en las emociones, las actitudes y los pensamientos. Hace falta que la medicina occidental se libere de la obsesión por el uso de medicamentos para todo y comience a incorporar formas de curación que no requieren siempre de medicinas químicas, sobre las que pese a los avances , no se conoce por entero sus efectos.

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