domingo, 22 de julio de 2012

El manejo del dolor y el sufrimiento




¿Crees que hay alguna diferencia entre dolor emocional y sufrimiento?
Generalmente utilizamos ambas palabras como sinónimos y está bien.

Sin embargo, cuando queremos aprender a manejar dichas emociones, es importante saber que existen algunas diferencias.

El dolor es una emoción negativa, directamente relacionada con un hecho que nos afecta.

Por ejemplo:
Dolor es la tristeza o enojo que sentimos, cuando alguien importante para nosotros hace una fiesta y no nos invita.
También es la tristeza o angustia que sentimos, cuando notamos que estamos envejeciendo.

Si expresáramos nuestro dolor en el primer ejemplo, diríamos:
"Me duele (o estoy triste o enojado) que Pedro no me haya invitado a su fiesta".

El dolor está formado por una emoción, directamente asociada a una situación y puede ser explicado con un pensamiento.
Generalmente después de un periodo de tiempo o de ciertas conductas (quizás una aclaración, una distracción, etc.), el dolor disminuye y se termina.

El dolor sirve para indicar que existe una situación o problema, que requiere ser evaluada o solucionada.
En este caso podría ser que Pedro no es el amigo que yo creo, que esté molesto conmigo, que yo esté cometiendo un error de evaluación, que Pedro tenga una razón válida para no haberme invitado (y si se la pregunto me la va a decir), etc.


El sufrimiento es un dolor emocional, alimentado con toda una serie de pensamientos y emociones negativas, que aumentan su intensidad y duración.

Puede ser un sufrimiento necesario, como el que implica la muerte de un ser querido, que abarca diferentes aspectos, emociones y pensamientos o puede ser un sufrimiento innecesario.

Un ejemplo de sufrimiento innecesario es una mezcla de emociones negativas, pensamientos equivocados y conductas generalmente poco adecuadas, que nos hacen sufrir por largos periodos de tiempo.
Tomando el caso de no haber sido invitado a la fiesta, el enojo con la persona es desproporcionado, nuestra autoestima se puede ver afectada, quizás nos sentimos víctimas o humilladas, podemos alternar entre el enojo y la tristeza, etc.

Probablemente le dejamos de hablar o la agredimos, le empezamos a "ver" defectos o conductas que antes no tomábamos en cuenta, a hacer cosas que posiblemente le molestan y que provoca respuestas desagradables hacia nosotros y el así, sufrimiento crece y se alimenta a sí mismo.
Y este enojo y resentimiento nos puede durar meses y en ocasiones hasta años.

Probablemente estas emociones estarían alimentadas por pensamientos como: "Claro, yo siempre lo tomo en cuenta, pero él es un desagradecido."
"Se siente superior a mi, por eso no me invito."
"Todos se van a burlar de mi."
"La gente siempre me rechaza."
"No soy importante para nadie."
"Nunca me van a invitar."
"Yo les voy a demostrar lo que valgo".
Etc.


¿Qué hacer?


¿Qué necesitas para manejar el dolor y el sufrimiento?

1.- En primer lugar, tienes que estar convencido de que estás sufriendo y de que quieres dejar de hacerlo, aunque al principio esto implique que te va a doler, quizás más.

Tal vez te suena paradójico, pero es como ir a que te operen porque te duele el estómago, por un ataque de apendicitis.
Para quitarte el dolor, te tienen que operar y te va a doler y vas a estar muy molesto varios días.
Lo mismo es cuando trabajas para manejar el dolor.

2.- Es importante que aceptes tus emociones.
Uno de los grandes obstáculos que nos impide manejar el dolor y el sufrimiento es la tendencia que tenemos a negar nuestros sentimientos.

Aceptar no es resignarse o rendirse.
La aceptación es activa, me lleva a actuar y la resignación es pasiva, me mantiene en donde estoy, porque pienso que ya no hay nada que hacer.
Aceptar es comprender que lo que sucede, independientemente de que me guste o no, es debido a una relación causa-efecto o a las leyes que rigen el universo, por lo que las cosas sucedieron porque tenían que suceder.

Es reconocer que en este momento esto es lo que es, sin calificarlo como bueno o malo, justo o injusto ni pensar si debería o no debería haber sucedido, es lo que es, es lo que sucedió o lo que soy en este momento.
Pero si hay un cambio, los resultados pueden cambiar.

3.- Para manejar el dolor o el sufrimiento, tenemos que conocerlo y para eso, tenemos que sentirlo.
Cuando vivas una situación dolorosa, siente el dolor, para que puedas identificarlo claramente y si son varias emociones, para que puedas irlas separando.
No trates de disminuirlo, justificarlo o anestesiarlo con medicinas, actividades, alcohol, comida, etc.

Trata de percibir en que partes del cuerpo lo sientes y cómo lo sientes.
Cuáles son las sensaciones físicas.
Curar el dolor emocional, al igual que curar el dolor físico, duele, pero si no limpias una herida física está se infecta y duele más, lo mismo sucede con el dolor emocional.

4.-Permite que salgan tus sentimientos.
Escribe, pinta, baila, háblalo con alguien (siempre y cuando sea una persona capacitada para ayudarte), llora, golpea un cojín, háblale a un retrato, etc.
El segundo paso es ver que hay atrás del dolor o del sufrimiento.

Pregúntate:
¿Qué es lo que me duele (enoja, molesta, da tristeza, etc.)?
¿Es lo que ........ me hizo?
¿Cómo lo estoy interpretando?
¿Qué pienso de esa persona y qué pienso de mi?
¿Es por qué no se cumplieron mis expectativas? ¿Me siento amenazado, traicionado, etc.?
¿Por qué?
Analiza todas las posibles causas de tu dolor o sufrimiento.

5.-Cuando trabajes con el sufrimiento, trata de separar las diferentes emociones que lo componen.
Hazlo por escrito.
Te puedes ayudar observando tus conductas y escuchando lo que la gente te dice.
Califica del 1 al 10 la intensidad de cada emoción y luego compara con la situación para ver si la intensidad de esa emoción es congruente con lo que sucedió.

Por ejemplo:
Calificaste tu enojo con un 10.
Realmente el que no te haya invitado vale la pena un 10.
¿Es tan importante como la situación que más te ha enojado en toda tu vida?

6.-Revisa que pensamientos están asociados a cada emoción y ve si no son pensamientos negativos, equivocados, etc.
Analiza en dónde y cómo aprendiste a pensar y sentir así y ve qué diferencias hay entre la persona que eres en estos momentos y el niño que eras cuando lo aprendiste.
¿Crees que es lógico y necesario que reacciones igual?
Recuerda que ese pequeño no tenía ni la capacidad de pensar y analizar que tienes tú, ni ninguna de las herramientas que tienes, como adulto, para relacionarte y resolver tus problemas.

7.-Analiza en dónde y cómo aprendiste a pensar y sentir así y ve qué diferencias hay entre la persona que eres en estos momentos y el niño que eras cuando lo aprendiste.
¿Crees que es lógico y necesario que reacciones igual?
Recuerda que ese pequeño no tenía ni la capacidad de pensar y analizar que tienes tú, ni ninguna de las herramientas que tienes, como adulto, para relacionarte y resolver tus problemas.

8.-No te causes un daño innecesario.
No permitas que el pesimismo, la culpa, un estilo de pensamiento equivocado, la depresión, etc., aumentes tu sufrimiento innecesariamente.

domingo, 15 de julio de 2012

Aprende a vivir el presente


El presente es la única realidad a nuestro alcance: el pasado se nos escapa y el futuro está por llegar. Sin embargo, centrarse en el “aquí y ahora” no siempre es sencillo y requiere entrenamiento.
Vivir intensamente el presente es reconocer nuestras sensaciones y nuestras emociones, evitar que los recuerdos o el miedo al futuro nos paralice y afrontar tanto lo bueno como lo malo que nos sucede. Estar en el ahora no significa renunciar al pasado ni a nuestras ilusiones, sino darnos la oportunidad de saborear el momento y conectar con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
A continuación te presento 3 técnicas para vivir el presente:

1) No podemos controlarlo todo

Preocuparnos por lo que va a pasar y prevenir los posibles contratiempos que nos podamos encontrar puede sernos útil (por ejemplo, coger un paraguas si vamos de viaje a un país en el que suele llover mucho), y, de hecho, está en la base de nuestra supervivencia como especie. Pero vivir intentando tenerlo siempre controlado es no solo una forma de estar en todo momento agobiados por lo que pueda pasar, sino, además, perseguir un imposible, porque, por mucho que deseemos lo contrario, hay muchas cosas que escapan a nuestro control.
“Para ser armoniosos y felices, tendríamos que saber discriminar entre lo controlable y lo no controlable, explica Isabel Larraburu, psicóloga clínica y autora de, entre otros títulos, Atención plena. “Vivir realmente en el presente implica una buena capacidad de tolerar lo incierto y de implementar soluciones a medida que van surgiendo los problemas. No obstante, el miedo a lo incierto nos empuja a prever y ‘solucionar’ problemas hipotéticos futuros cuando aún no tenemos siquiera los postulados. Queremos tenerlo todo listo por si acaso. Por eso el futuro está continuamente nublándonos el presente.”

2) Aliviar la carga del pasado

También el pasado ocupa una gran parte de nuestra atención. Añoramos los momentos felices, lamentamos nuestros errores pasados y, a menudo, actuamos condicionados por todo lo que hemos vivido, manteniendo viejos hábitos o formas de vernos a nosotros mismos que nos impiden evolucionar.
“El pasado es nuestra biografía, pero lo único que existe de él son unos recuerdos reconstruidos como una novela y todo aquello que seguimos cargando de él en el presente en forma de emoción” reflexiona Isabel Larraburu, quien nos recomienda recurrir a una terapia de conciencia plena cuando la carga de los recuerdos nos impide avanzar: “Una terapia basada en mindfulness ayuda a ser consciente de aquello que acarreamos del pasado en el presente para intentar hacer un saludable ‘reset’.”

3) Ejercitarnos con la meditación

Desde la Antigüedad, las diferentes formas de meditación nos invitan a estar en el aquí y el ahora. Pero, ¿a qué nos referimos con vivir en el presente? Al fin y al cabo no podemos vivir en ningún otro sitio, ¿no?
En realidad, explican los especialistas, no se trata tanto de vivir en el presente como de “estar” en el presente, estar al 100%, con todos los sentidos, prestando toda nuestra atención a lo que hacemos o sentimos en este instante, a lo que sucede aquí y ahora. Para la psicóloga Isabel Larraburu se trata de “prestar una atención total e integrada a todo lo que estamos haciendo, pensando y sintiendo ahora mismo”.
Algo a lo que la tradición oriental, especialmente el budismo, ha otorgado siempre gran importancia y ha ejercitado a través de la práctica de la meditación. Un camino que también es el que propone el mindfulness o práctica de la ‘atención plena’.
“La principal característica de la mente que medita es la de hallarse centrada en el presente. Puede ocuparse de objetos muy diversos, pero todos ellos tienen que ver con lo que sucede en el momento que se está viviendo, es decir, con la única realidad que existe”, explica el doctor Vicente Simón.. “Esto es bastante diferente a como habitualmente utilizamos la mente, ya que, durante una parte considerable del tiempo (alrededor del 50%), la mente de nuestros contemporáneos se encuentra pensando en algo diferente a lo que está haciendo o experimentando en ese momento.”

Seis métodos diferentes de meditación


Hay muchos métodos diferentes de meditación pero todos tienen un objetivo común: la reflexión y el aquietamiento de la mente. En este artículo voy a exponer algunos de los métodos de meditación que existen:

1) La Meditación Trascendental.
La Meditación Trascendental fue introducida en el mundo occidental por un gurú llamado Maharishi Mahesh Yogi en 1958. Es extremadamente fácil de aprender y practicar y conlleva múltiples beneficios para el que lo practica. De todos los diferentes tipos de meditación, esta técnica en particular ofrece una calidad única de descanso a la mente y el cuerpo y es ideal para liberar el estrés y eliminar el cansancio de una manera muy natural.
Consiste en ir al origen del pensamiento y aislarlo, se trata de descubrir el origen de la conciencia, conectar con tu yo más profundo. Cuando conectas con la fuente de todo, tus percepciones y sensaciones se vuelven más puras.

2) La meditación Vipassana.
Fue descubierta y enseñada por Buda miles de años atrás. El significado de la palabra vipassana es algo así como “ver las cosas tal y como son”. Se le enseñó a la gente como una forma de curar el cuerpo y la mente por medio de la limpieza de las impurezas mentales. Su objetivo es principalmente eliminar el sufrimiento humano por medio de la observación profunda de las sensaciones que invaden nuestro cuerpo. Mediante esta observación pura se llega a la comprensión absoluta de cómo cada sensación, percepción y pensamiento puede conducirnos al sufrimiento mental o a una alegría plena.
Es la meditación budista que prácticamente todos conocemos y hoy en día es practicada por miles de personas en todo el mundo independientemente de su cultura o creencias. Sin embargo, para practicar esta técnica y con el fin de beneficiarse plenamente del más alto nivel de purificación y meditación, se sugiere que se requiere de asistencia profesional.

3) La meditación Zen.
Postula que el estado natural de la mente es la calma y por culpa de nuestros asuntos personales esa calma se convierte en inestabilidad. Cuando consigues aislarte de cualquier estímulo, tu ritmo cardíaco comenzará a ralentizarse.
El momento presente cobra mucha relevancia en este estado de paz mental y aprendemos a centrarnos únicamente en el aquí y ahora. Todos los pensamientos del futuro y del pasado se mantendrán a raya para que no perturben la paz mental.

4) La meditación taoísta (Qi Gong).
El método taoísta es mucho más práctico que las tradiciones contemplativas que se originaron en la India. La principal característica de este tipo de meditación es la generación, transformación y circulación de la energía. Este tipo de meditación es muy adecuada para promover una mejor salud y utiliza la respiración como punto fuerte. Es una buena manera de mejorar la atención y la conciencia en un solo punto.

5) La meditación de atención plena (Mindfulness).
Es un tipo simple meditación. Nos enseña a estar atento y alerta de todo lo que hacemos en nuestras vidas dando pensamiento deliberado y concentración a todo lo que hacemos. Esto nos ayuda a ser mucho más conscientes de nuestro día a día de una manera más relajada. Mediante este tipo de meditación nos damos cuenta del caballo desbocado que es nuestra mente y aprendemos a ser conscientes de esta locura. Una vez que conocemos al enemigo es más fácil ganarle.
La atención plena se puede aplicar a todos los aspectos de la vida: comer, hacer ejercicio, respirar… 

6) Meditación con Mantras.
Se busca restablecer la paz mental mediante el empleo de un determinado tipo de sonidos (los mantras), los cuales tienen un efecto neutralizador para los pensamientos negativos.

martes, 26 de junio de 2012

Relaciones Tóxicas


Si estás inmerso (o inmersa) en un vínculo de pareja que te produce mucha pena y desdicha y poca alegría y buenos momentos, que en algunos momentos te hace sentir que de algún modo llegas a desdibujarte como persona en pos de mantener una armonía o comunicación ficticias, es bien probable que formes parte de una relación tóxica. Determinarlo te será de suma utilidad para desactivarla y acceder a una vida emocional más satisfactoria.

Una relación tóxica es aquélla en la cual una o las dos personas sufren mucho más de lo que experimentan dicha y placer por estar juntos. Uno de los integrantes (y en algunos casos ambos) se ven sometidos a un gran desgaste por tratar de sostener la relación.

Este tipo de vínculos provocan más insatisfacción que felicidad, y la sensación de bienestar que pueden proporcionar en escasos momentos es muy efímera ya que para vivenciarla es necesario silenciar o pasar por alto ciertas cosas que, de darles la importancia que efectivamente tienen, causarían un profundo dolor e incluso llegarían a poner en peligro la continuidad de la pareja.

Ten presente que nada bueno puede surgir de uniones entre personas que generan actitudes y emociones lacerantes que nublan tu capacidad de alcanzar la plenitud emocional que te mereces.

Las relaciones ideales entre las personas son ganar-ganar. Una relación tóxica nunca puede catalogarse como tal, son de ganar-perder y, en muchos casos, las dos personas involucradas pierden. Si tú eres quien en estos momento se está planteando si el vínculo que te causa insatisfacción y momentos desagradables es de esta índole, piensa si hay comportamientos tóxicos involucrados.

Si de a ratos preferirías no estar con esa persona porque te hiere y te entristece visceralmente, si utiliza mecanismos tales como la culpa, el sarcasmo y la burla para manipularte, si mina tu autoestima y tu capacidad de que decidas de manera individual lo mejor para ti, si has llegado al punto de no reconocerte a ti mismo, entonces eres parte de una relación tóxica y eres tú quien sin dudas pierde en esta forma de comunicación despareja.

¿Qué nos lleva a involucrarnos en relaciones tóxicas? Hay diferentes razones, a continuación detallo las más usuales:

1. La baja autoestima.

Si nuestras creencias están basadas en sentir que no somos merecedores de la atención, el respeto o el amor de otra persona, quien aparezca será considerado (o considerada) nuestra tabla de salvación, a la que nos aferraremos con uñas y dientes porque sin esta persona, ¿quién nos querrá? O ¿quién pagará nuestras cuentas? O ¿quién nos cuidará?

2. El creernos salvadores.

Fantasear que nosotros podemos cambiar a esa persona, que hemos llegado a su vida para que se transforme en otra clase de ser humano, mejor, más como nosotros queremos que sea, suponer que con nosotros se comportará de una manera diferente a la que suele hacerlo, que lograremos que se operen modificaciones impensadas, son caminos de ida hacia el sufrimiento.

Podemos ayudar a que otras personas cambien rasgos de su personalidad que les molesten, siempre y cuando se den cuenta de que este cambio los favorecería, decidan hacerlo y además quieran que los ayudemos. Lo que sí tenemos es la capacidad concreta de lograr que se produzcan cambios asombrosos en nosotros mismos si así lo deseamos: esta capacidad es innata, por lo que nada ni nadie podrá privarnos de ella nunca. Es sólo cuestión de tomar la decisión de hacerlo y poner manos a la obra.

3. El asumir el rol de víctimas.

Quién nos va a querer o a aceptar como esta persona que se digna a darnos ratos de su tiempo, o a convivir con nosotros, en definitiva, a darnos momentos su (mala) compañía cuando le place. El asumir este rol implica que estaremos generando (o aceptando) a una persona que se comportará como victimario.

4. La urgencia de muestras de cariño.

Este tipo de deseo imperioso es muy mal consejero, y se suma a la necesidad de suplir carencias profundas. A veces da como resultado el tolerar cualquier cosa por un poco de lo que atisbamos como cariño (una demostración de afecto, sexo, un regalo), pero que en realidad encubre otro comportamiento de fondo (uso, abuso, egoísmo, maltrato, falta de respeto, etc.).

5. Estar acompañado a cualquier precio.

El miedo a la soledad es el paso preliminar hacia una posible relación tóxica ya que, vuelvo a mencionarlo, toleraremos literalmente cualquier cosa con tal de no estar solos. Considero que no hay mayor sensación de soledad agobiante que el creer que uno está acompañado por alguien que le va a hacer bien cuando esto en realidad no es así y esa persona no sólo no cumple con nuestras expectativas más esenciales sino que atenta (con marcado éxito) contra nuestra cálida de vida. ¿Cómo confiar en alguien que demuestra que no quiere nuestro bien? (Aunque diga otra cosa).

6. El aburrimiento.

La búsqueda de nuevas sensaciones, de una manera de alejarnos de la monotonía o de la rutina puede hacer que sólo veamos una faceta de la personalidad de quien nos atrae, la divertida y agradable que nos saca del letargo en el que estábamos, y no logramos visualizar el resto de la personalidad de quien nos atrae, en la cual hay comportamientos tóxicos que en un principio no identificamos.

Encontrar a alguien que tiene gustos similares a los nuestros es muy bueno – ¡enmascarar una relación tóxica no lo es! Una vez inmersos en un vínculo de esta índole, se nos dificulta salir porque creemos falsamente que volveremos al aburrimiento inicial…. ¡esto depende enteramente de nosotros! Hay muchas personas que comparten nuestros gustos y sueños que no precisan crear un vínculo tóxico para relacionarse.

7. La necesidad imperiosa de cumplir algún rol social

La necesidad imperiosa de cumplir algún rol social, como por ejemplo el de esposa/o, madre o padre tal vez pueda llegar a hacernos priorizar el fin antes que ver a la persona que elegimos como realmente es. Algunas veces tratamos por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir manteniendo las apariencias y la estructura social, aunque el costo interno suele ser demasiado alto.

8. El miedo a seguir avanzando en la vida.

Si tenemos un vínculo con una persona que nos pone frenos o nos cercena en nuestro crecimiento y nos estancamos en cierta área de nuestra vida (ya sea personal, laboral, espiritual o profesional) ¿no somos nosotros mismos quienes aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos, cambiar y superarnos? Tal vez ésta ha sido tu ganancia secundaria y por eso has sostenido este tipo de comunicación por más tiempo del que quisiste o creíste poder soportar.


¿Quién dijo que amar es dar sin ninguna clase de límites? En principio hay un límite bien claro, y es el respeto y el amor a uno mismo, que está por encima de todo lo demás. Si no te quieres ni te haces valer y ensalzas a otra persona al punto de priorizarla por sobre tu bienestar y estabilidad interna, incurriendo en sacrificios estériles, integras una relación tóxica.

Si la comunicación con otra persona te hace decididamente mal, impide que desarrolles tu potencial, te frustra una y otra vez, implica que relegues deseos que son muy genuinos para ti, en síntesis, no sólo no suma sino que decididamente resta, ¿hasta cuándo seguirás tolerándola?

Amar con equilibrio es la clave hacia una vida emocional sana y placentera. Trae aparejado no permitir que persona alguna interfiera en otras actividades o áreas de nuestra vida, entender que es bien posible desarrollarse en lo que uno genuinamente desee, y además crear y disfrutar vínculos sanos con otras personas. No hay por qué dejar de lado nuestras expectativas, ilusiones, deseos y sueños por intentar sostener una situación que a las claras resulta insostenible, salvo que comprometamos nuestra integridad emocional, nuestra salud, el justo respeto que nos merecemos como seres valiosos que somos y el derecho legítimo a ser plenamente felices.

Si estás inmerso o inmersa en una situación de este tipo, tienes una salida… en realidad, muchas. Cuando tú lo decidas le podrás poner fin al sufrimiento y lograrás abrir la puerta de par en par a una realidad distinta, a un futuro lleno de concreciones, optimismo y buenos tratos.

En el caso de que te des cuenta que se ha generado una relación tóxica con un jefe o superior, tal vez no le hayas puesto punto final aún por miedo a perder el trabajo, a no poder valerte económicamente, a no encontrar otro empleo que pague tus cuentas… ¡bien se puede buscar un trabajo mientras nos vamos despidiendo de nuestro jefe tóxico!

Asimismo, siempre cuentas con la posibilidad real de decidir cambiar los términos de tu vínculo de pareja tóxico en el momento que estés preparado (o preparada) para hacerlo. Si te disocias del rol que asumiste en este vínculo (salvador, maltratado, quien-todo-lo-aguanta, perdedor, sumisa, etc.) la otra persona automáticamente cambiará su postura al tratarte ya que no encontrará el mismo eco de tu parte.

Por ejemplo, para que haya una persona en rol de victimario debe existir su contraparte, alguien que asuma el rol de víctima. Si uno de los dos desaparece, el otro pierde fuerza y cambia su postura… ¡se desintegra este par de roles! Asimismo, este cambio de roles y de conductas desactivará el poder que la otra persona tiene sobre ti.

Tal vez no te resulte fácil controlar tus emociones o sentimientos, aunque sí puedes elegir qué hacer y qué no hacer con ellos. Eres libre para decidir qué clase de relaciones y de personas te rodearán cada día de tu vida.

jueves, 17 de mayo de 2012

BUENA PREGUNTA, BUENA RESPUESTA


PREGUNTA: ¿Qué es el buddhismo?
RESPUESTA: La denominación buddhismo proviene de la palabra "budhi" que significa "despertar" y es por eso que el buddhismo es la filosofía del "proceso del despertar". Esta filosofía tiene sus orígenes en la experiencia de un hombre, Siddhartha Gotama, conocido como el Buddha, el cual se despertó a sí mismo a la edad de 35 años. El buddhismo tiene ahora 2.500 años de edad y alrededor de 300 millones de seguidores en todo el mundo. Hasta hace un siglo el buddhismo era, principalmente, una filosofía asiática, pero está conquistando cada vez más seguidores en Europa, Australia y América.

PREGUNTA: Entonces, ¿el buddhismo es sólo una filosofía?
RESPUESTA: La palabra filosofía viene de dos palabras, "philo", que significa "amor" y "sophia" que significa "sabiduría". Por lo tanto la filosofía es el amor por la sabiduría o amor y sabiduría, ambos significados describen al buddhismo perfectamente. El buddhismo enseña que deberíamos tratar de desarrollar nuestra capacidad intelectual en su totalidad de modo que podamos tener claro entendimiento. También nos enseña a cultivar amor y bondad de modo que podamos ser como un verdadero amigo para todos los seres. Por lo tanto, el buddhismo es una filosofía, pero no sólo una filosofía. Es la filosofía superior.

PREGUNTA: ¿Quién fue el Buddha?
RESPUESTA: En el año 563 antes de Cristo nació un bebé dentro de una familia real en el norte de la India. Creció en medio de la opulencia y el lujo, pero con el correr del tiempo descubrió que el bienestar y la seguridad mundanos no garantizan la felicidad. Se sintió profundamente conmovido por el sufrimiento que veía alrededor y resolvió encontrar la llave para la felicidad humana. Cuando cumplió los 29 años dejó a su esposa y a su hijo y se marchó para sentarse a los pies de los grandes maestros religiosos de su tiempo y aprender de ellos. Le enseñaron mucho, pero ninguno sabía realmente la causa del sufrimiento humano ni cómo éste podía ser superado. Eventualmente, después de 6 años de estudio y meditación, tuvo una experiencia en la cual toda la ignorancia se derrumbó y Él repentinamente entendió. Desde ese día en adelante, él fue llamado el Buddha, el Despierto. Vivió durante otros 45 años, tiempo en el que viajó por todo el norte de la India, enseñándole a otros lo que él había descubierto. Su compasión y paciencia fueron legendarias y tuvo miles de seguidores. A los 80 años, viejo y enfermo, pero todavía feliz y en paz, finalmente murió.

PREGUNTA: ¿Fue el Buddha un dios?
RESPUESTA: No, no lo fue. Él no proclamó ser un dios, el hijo de un dios ni aún el mensajero de un dios. Fue un ser humano que se perfeccionó a sí mismo y enseñó que, si siguiéramos su ejemplo, podríamos perfeccionarnos a nosotros también.



PREGUNTA: Si el Buddha no es un dios, ¿por qué la gente lo venera?
REPUESTA: Hay diferentes clases de veneración. Cuando alguien venera a un dios, lo alaba, a él o a ella, haciendo ofrendas y pidiéndole favores en la creencia que el dios escuchará sus alabanzas, recibe sus ofrendas y contesta sus plegarias. Los buddhistas no se entregan a este tipo de veneración. La otra clase de veneración es cuando demostramos respeto a alguien o algo que admiramos. Cuando un maestro entra en un salón, nos ponemos de pié, cuando conocemos a un dignatario, estrechamos las manos, cuando se toca el himno nacional, saludamos. Todos ellos son gestos de respeto y veneración y señalan nuestra admiración por las personas y cosas. Ésta es la clase de veneración que practican los buddhistas. Una estatua del Buddha, con sus manos descansando delicadamente sobre su regazo y su sonrisa compasiva, nos recuerda que tenemos que esforzarnos en desarrollar paz y amor dentro de nosotros mismos. El perfume del incienso nos recuerda la influencia penetrante de la virtud, la lámpara nos recuerda la luz de la sabiduría y las flores, que pronto se marchitan y mueren, nos recuerdan la impermanencia. Cuando nos inclinamos de manera respetuosa, expresamos nuestra gratitud al Buddha por todo lo que sus enseñanzas nos han dado. Ésta es la naturaleza de la veneración buddhista.

PREGUNTA: ¿Por qué hay tantas clases diferentes de buddhismo?
RESPUESTA: Hay muchos y diferentes tipos de azúcar: azúcar marrón, azúcar blanca, azúcar granulada, azúcar en terrones, almíbar y azúcar en bloque. Pero todas son azúcares y todas saben dulce. Es producida en diferentes formas de modo que pueda ser usada de diferentes maneras. Con el buddhismo pasa igual. Está el Buddhismo Theravada, el Buddhismo Zen, el Buddhismo de la Tierra Pura, el Buddhismo Yogacara y Vajrayana, pero todos ellos son buddhismo y todos ellos tienen el mismo sabor —el sabor de la libertad. El buddhismo ha evolucionado en formas diferentes de manera que pueda ser relacionado con las diferentes culturas en las cuales existe. Ha sido reinterpretado con el correr de los siglos para que pueda permanecer pertinente a cada nueva generación. Externamente, los tipos de buddhismo pueden parecer muy diferentes, pero en el centro de todos ellos están las Cuatro Nobles Verdades y el Óctuple Sendero. Todas las grandes religiones, incluido el buddhismo, se han dividido en sectas y escuelas. Pero los diferentes grupos del buddhismo nunca han entrado en guerra unos contra otros, nunca han sido hostiles unos con otros y hasta este día van cada uno a los templos de otros y rinden culto juntos. Tal tolerancia y entendimiento son ciertamente raros.  

PREGUNTA: Ud. en verdad piensa elevadamente acerca del buddhismo. Supongo que cree que su religión es la correcta y que todas las otras están equivocadas.
RESPUESTA: Ningún buddhista que comprende las enseñanzas del Buddha piensa que las otras religiones están equivocadas. Tampoco nadie que haya hecho un genuino esfuerzo por examinar otras religiones con una mente abierta podría pensar eso. La primera cosa que usted nota cuando estudia las diferentes religiones es, exactamente, cuánto tienen ellas en común. Todas las religiones están de acuerdo en que el presente de la humanidad es insatisfactorio. Todas creen que un cambio de actitud y comportamiento es necesario para que la situación humana mejore. Todas enseñan una ética que incluye amor, amabilidad, paciencia, generosidad y responsabilidad social y todas aceptan la existencia de alguna forma de lo Absoluto. Usan diferentes idiomas, diferentes nombres y diferentes símbolos para describir y explicar estas cosas, y es sólo cuando la estrechez de mente se aferra a una sola manera de ver las cosas que aparecen la intolerancia, el orgullo y la santurronería. Imagine a un inglés, a un francés, a un chino y a un indonesio mirando a una taza. El inglés dice "Eso es una cup". El francés responde "No, no lo es, es una tasse". El chino comenta "Ustedes dos están equivocados. Es una pet". Y el indonesio se ríe de los otros y dice "Qué tontos son. Es una cawan". El inglés toma el diccionario y se lo muestra a los otros diciendo "Puedo probar que es una cup. Mi diccionario así lo dice". "Entonces su diccionario está equivocado", dice el francés "porque mi diccionario dice claramente que es una tasse". El chino se burla de ellos. "Mi diccionario es más viejo que el de ustedes, por lo tanto mi diccionario debe estar bien. Y además, más gente habla en chino que en cualquier otro idioma, por lo tanto debe ser una pet". Mientras ellos se están peleando y discutiendo unos con otros, un buddhista llega y bebe de la taza. Después que ha bebido, le dice a los otros "Tanto si lo llamas cup, tasse, pet, o cawan, una tasa se da a entender por su uso. Paren de discutir y beban, paren de pelear y refresquen su sed". Ésta es la actitud de un buddhista hacia las otras religiones.

PREGUNTA: ¿Cuáles son las principales enseñanzas del Buddha?
RESPUESTA: Todas las enseñanzas del Buddha se centran en las Cuatro Nobles Verdades como el aro de una rueda y sus rayos se adhieren al centro del disco. Son llamadas "Cuatro" porque son cuatro. Son llamadas "Nobles" porque enaltecen al que las comprende y son llamadas "Verdades" porque, con respecto a la realidad, son verdaderas.

PREGUNTA: ¿Cuál es la Primera Noble Verdad?
RESPUESTA: La Primera Noble Verdad es que la vida es sufrimiento. Para vivir, usted debe sufrir. Es imposible vivir sin experimentar algún tipo de sufrimiento. Tenemos que padecer sufrimiento físico como enfermedad, daño, agotamiento, vejez y eventualmente la muerte y tenemos que padecer sufrimiento psicológico como soledad, frustraciones, miedo, vergüenza, desilusión, ira, etc.

PREGUNTA: ¿No es un poco pesimista?
REPUESTA: El diccionario define pesimismo como "el hábito de pensar que todo lo que pasará será malo" o "La creencia de que lo malo es más poderoso que lo bueno". El buddhismo no enseña ninguna de estas ideas. Ni tampoco niega que exista la felicidad. Dice simplemente que vivir es experimentar sufrimiento físico o psicológico, lo cual es una aseveración tan verdadera y obvia que no puede ser negada. El concepto central de la mayoría de las religiones es un mito, una creencia que es imposible verificar. El buddhismo comienza con una experiencia, un hecho irrefutable, un asunto acerca del cual todos sabemos, que todos hemos experimentado y que todos nos esforzamos por superar. De esta manera el buddhismo es la única religión verdaderamente universal porque va directo al núcleo de lo que a cada ser humano individual le preocupa: el sufrimiento y cómo evitarlo.

PREGUNTA: ¿Cuál es la Segunda Noble Verdad?
RESPUESTA: La Segunda Noble Verdad es que todo el sufrimiento es causado por el deseo. Cuando observamos el sufrimiento psicológico es fácil ver cómo éste es causado por el deseo. Cuando queremos algo pero somos incapaces de tenerlo, nos sentimos frustrados. Cuando esperamos que alguien cumpla con nuestras expectativas y no lo hace, nos sentimos decepcionados y defraudados. Cuando queremos que otros gusten de nosotros y no lo hacen, nos sentimos heridos. Aún cuando queremos algo que está a nuestro alcance, ello no lleva a menudo a la felicidad tampoco porque enseguida nos aburrimos con ese objeto, perdemos interés en él y empezamos a querer otra cosa. Sencillamente, la Segunda Noble Verdad dice que conseguir lo que usted quiere no garantiza felicidad. Más que empeñarse constantemente en tener lo que usted quiere, trate de cambiar su deseo. El deseo nos priva del contentamiento y de la felicidad.

PREGUNTA: Pero ¿cómo el querer y el deseo vehemente llevan al sufrimiento psíquico?
RESPUESTA: Una vida entera queriendo y deseando esto y aquello y en especial el deseo de continuidad existencial crea una poderosa energía que causa que el individuo renazca. Cuando renacemos tenemos un cuerpo, y como dijimos antes, el cuerpo es susceptible al daño y a la enfermedad, puede ser agotado por el trabajo, envejece y con el correr del tiempo muere. Y por lo tanto, el deseo lleva al sufrimiento físico ya que causa que renazcamos.

PREGUNTA: Todo eso está muy bien. Pero si dejáramos de querer del todo nunca tendríamos o alcanzaríamos nada.
RESPUESTA: Verdad. Pero lo que el Buddha dice es que cuando nuestros deseos, nuestro apego, nuestro continuo descontento con lo que tenemos y nuestras ansias continuas de más y más nos causan sufrimiento, deberíamos detenernos. Él nos pide que establezcamos una diferencia entre lo que necesitamos y lo que queremos y nos esforcemos por nuestras necesidades y modifiquemos nuestros deseos. Él nos dice que nuestras necesidades pueden ser cubiertas pero lo que deseamos no tiene fin —un pozo sin fondo. Hay necesidades que son esenciales, fundamentales, y que deben ser satisfechas, y son éstas por las cuáles deberíamos trabajar. Los deseos más allá de eso deberían ser gradualmente reducidos. Después de todo, ¿cuál es el propósito de la vida? ¿Tener o estar contentos y felices?

PREGUNTA: Usted ha hablado acerca de renacer, pero ¿hay alguna prueba de que eso suceda?
RESPUESTA: Hay una amplia evidencia de que eso sucede pero lo veremos con más detalle más adelante.

PREGUNTA: ¿Cuál es la Tercera Noble Verdad?
RESPUESTA: La Tercera Noble Verdad es que el sufrimiento puede ser superado y la felicidad alcanzada. Esta es quizás la más importante de las Cuatro Nobles Verdades porque en ella el Buddha nos reasegura que la felicidad verdadera y el contentamiento son posibles. Cuando dejamos el deseo inútil y aprendemos a vivir un día a la vez, disfrutando sin querer con agitación las experiencias que la vida nos ofrece, sobrellevando pacientemente los problemas que envuelve la vida sin miedo, odio o enojo entonces llegamos a ser libres y felices. Entonces, y sólo entonces, comenzamos a vivir cabalmente. Debido a que ya no estamos obsesionados con satisfacer lo que nuestro egoísmo requiere, hallamos que tenemos mucho más tiempo para ayudar a otros a satisfacer sus necesidades. Este estado es llamado Nirvana. Somos libres de todo el sufrimiento psicológico también. Éste es llamado el Nirvana Final.

PREGUNTA: ¿Qué es o dónde está el Nirvana?
RESPUESTA: Es una dimensión que trasciende el tiempo y el espacio y resulta difícil hablar acerca de ella o aún pensar en ella. Las palabras y los pensamientos son apropiados solamente para describir la dimensión espacio-tiempo. Pero debido a que el Nirvana está más allá del tiempo no hay movimiento y por lo tanto tampoco envejecimiento o muerte. Así, el Nirvana es eterno. Porque está más allá del espacio, no hay causa, ni límites, ni concepto de "yo" o "no-yo" y de esta manera el Nirvana es infinito. El Buddha también nos asegura que el Nirvana es una experiencia de inmensa felicidad. Él dice:

                El Nirvana es la felicidad más grande.

PREGUNTA: Pero ¿hay alguna prueba que demuestre que esa dimensión existe?
RESPUESTA: No, no la hay. Pero su existencia puede ser inferida. Si hay una dimensión donde el tiempo y el espacio sí operan y existe tal dimensión —el mundo que experimentamos, entonces podemos inferir que hay una dimensión donde el tiempo y el espacio no operan— Nirvana. Otra vez, aún cuando no podemos probar que el Nirvana existe, tenemos la palabra del Buddha de que éste existe. Él nos dice:

                "Hay un No-nacido, un No-llegado-a-ser, un No-hecho, un No-compuesto. Si no hubiera, este No-nacido, No-llegado a ser, No-hecho, No-compuesto, no habría ninguna salida para lo nacido, llegado-a-ser, hecho y compuesto. Pero como hay este No-nacido, No-llegado a ser, No-hecho, No-compuesto, por lo tanto existe una salida de lo que es nacido, llegado-a-ser, hecho y compuesto."

Conoceremos esto cuando lo alcancemos. Hasta que llegue ese momento debemos practicar.

PREGUNTA: ¿Cuál es la Cuarta Noble Verdad?
RESPUESTA: La Cuarta Noble Verdad es el Sendero que conduce a la superación del sufrimiento. Este sendero es llamado el Óctuple Noble Sendero y consiste en Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Rectos Medios de Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración. Ser un buddhista practicante consiste en cultivar estas ocho cosas íntegramente. Notará que los pasos que conforman el Óctuple Noble Sendero cubren cada aspecto de la vida: el intelectual, el ético, el económico y el psicológico, y en consecuencia, contiene todo lo que una persona necesita para llevar una vida buena y para desarrollarse espiritualmente.

PREGUNTA: Los buddhistas, ¿creen en Dios?
RESPUESTA: No, no creemos. Hay varias razones para ello. El Buddha, así como los sociólogos y psicólogos modernos, creía que las ideas religiosas, y especialmente la idea de dios, tienen su origen en el temor. El Buddha dice:

                Impelida por el miedo la gente se dirige a los montes sagrados, bosques sagrados, árboles sagrados y altares.

Los humanos primitivos se hallaban en un mundo peligroso y hostil, el miedo a los animales salvajes, a no ser capaces de encontrar suficiente alimento, a ser heridos o a la enfermedad, y a los fenómenos naturales como el trueno, el relámpago y los volcanes, estaba constantemente con ellos. No encontrando seguridad, crearon la idea de los dioses para que éstos les brindaran comodidad en los buenos tiempos, valor en tiempos de peligro y consuelo cuando las cosas iban mal. Hasta hoy, usted notará que la gente se vuelve más religiosa en tiempos de crisis, usted los escuchará decir que la creencia en dios y en los dioses les da la fortaleza que necesitan para vérselas con la vida. Usted los escuchará explicar que ellos creen en un dios particular porque le oraron en un tiempo de necesidad y su plegaria fue contestada. Todo ello parece apoyar la enseñanza del Buddha de que la idea de dios es una respuesta al miedo y a la frustración. El Buddha nos enseñó a tratar de comprender nuestros miedos, disminuir nuestros deseos y, con calma y valerosamente, aceptar las cosas que no podemos cambiar. Él reemplazó el miedo, no con la creencia irracional, sino con el entendimiento razonable. La segunda razón por la cual el Buddha no creyó en un dios es porque no parece haber ninguna evidencia que apoye esa idea. Hay numerosas religiones, todas pretendiendo que ellas solamente tienen las palabras de dios conservadas en su libro santo, que ellos solamente entienden la naturaleza de dios, que su propio dios existe y que los dioses de las demás religiones no. Algunos alegan que dios es masculino, algunos que es femenino y otros que es neutro. Todas ellas están satisfechas de que hay amplia evidencia para probar la existencia de su dios pero se ríen con descreimiento ante la evidencia que usan otras religiones para probar la existencia de otro dios. No es sorprendente que con tantas religiones diferentes, transcurriendo tantos siglos tratando de probar la existencia de sus dioses, aún no ha sido hallada una evidencia real, concreta, substancial e irrefutable. Los buddhistas suspenden el juicio hasta que tal evidencia aparezca. La tercera razón por la cual el Buddha no creyó en un dios es porque esa creencia no es necesaria. Algunos alegan que la creencia en un dios es necesaria para explicar el origen del universo. Pero no es así. La ciencia ha explicado muy convincentemente cómo llegó a existir el universo sin tener que introducir la idea de dios. Algunos pretenden que es necesario creer en dios para tener una vida significativa y feliz. Otra vez, podemos ver que no es así. Hay millones de ateos y librepensadores, sin mencionar a los muchos buddhistas, que tienen vidas útiles y significativas sin creer en un dios. Algunos declaran que es necesario creer en el poder de dios porque los humanos, siendo débiles, no tienen la fuerza suficiente como para ayudarse a sí mismos. Nuevamente, la evidencia indica lo opuesto. Con frecuencia uno oye acerca de gente que ha superado grandes impedimentos físicos y obstáculos, disparidades y dificultades a través de sus propios recursos interiores, a través de sus propios esfuerzos y sin creer en un dios. Algunos aducen que dios es necesario para darle salvación al hombre. Pero este argumento sólo es válido si usted acepta el concepto teológico de la salvación, y el buddhismo no acepta ese concepto. Basado en su propia experiencia, el Buddha vio que cada ser humano tenía la capacidad de purificar la mente, desarrollar infinito amor y compasión y entendimiento perfecto. Él desvió la atención de los cielos al corazón y nos estimuló a encontrar las soluciones a nuestros problemas a través del autoconocimiento.

PREGUNTA: Pero si no hay dioses, ¿cómo llegó aquí el universo?
RESPUESTA: Todas las religiones tienen mitos y narraciones que intentan responder a esa pregunta. En los tiempos antiguos, cuando la humanidad sencillamente no sabía, esos mitos fueron adecuados, pero en el siglo veinte, en la era de la física, la astronomía y la geología, esos mitos fueron sustituidos por el hecho científico. La ciencia ha explicado el origen del universo sin tener que recurrir a la idea de dios.

PREGUNTA: ¿Qué es lo que dice el Buddha acerca del origen del universo?
RESPUESTA: Es interesante saber que la explicación del Buddha acerca del origen del universo corresponde estrechamente con el punto de vista científico. En el Aggañña Sutta, el Buddha describe al universo siendo destruido y entonces re-evolucionando en su forma actual a través de un período de incontables millones de años. La primera vida constituida sobre la superficie del agua y otra vez, durante innumerables millones de años, evolucionó desde simples hasta complejos organismos. Todos estos procesos no tienen comienzo ni fin y son puestos en funcionamiento por causas naturales.

PREGUNTA: Usted dice que no hay evidencia que demuestre la existencia de un dios, pero ¿qué hay acerca de los milagros?
RESPUESTA: Hay muchos que creen que los milagros son prueba de la existencia de dios. Escuchamos pretensiones poco realistas acerca de una curación que ha tenido lugar pero nunca contamos con un testimonio independiente de un médico a cargo o de un cirujano. Escuchamos informes de segunda mano acerca alguien que fue salvado milagrosamente de un desastre pero nunca tenemos el relato de un testigo presencial sobre lo que supuestamente ha sucedido. Escuchamos rumores acerca de una plegaria que compuso un cuerpo enfermo o fortaleció una extremidad seca, pero nunca vemos radiografías o conocemos comentarios de doctores o enfermeras. Pretensiones poco realistas, informes de segunda mano y rumores no son sustitutos de la evidencia sólida y la evidencia sólida de los milagros es muy poco frecuente. Sin embargo, algunas veces sí suceden cosas inexplicables, sí ocurren eventos inesperados. Pero nuestra incapacidad para hallar una explicación para tales cosas no prueba la existencia de los dioses. Ello solamente prueba que nuestro conocimiento está todavía incompleto. Antes del desarrollo de la medicina moderna, cuando la gente no conocía la causa de la enfermedad, creía que dios o los dioses enviaban dolencias a modo de castigo. Ahora sabemos qué causa esas cosas y cuando nos enfermamos tomamos medicinas. Con el tiempo, cuando nuestro conocimiento del mundo sea más completo, estaremos capacitados para descubrir las causas de los fenómenos inexplicados así como ahora podemos entender qué es lo que causa la enfermedad.

PREGUNTA: Pero como mucha gente cree en alguna forma de dios, debe ser verdadero.
RESPUESTA: No tanto. Hubo un tiempo durante el cual todo el mundo creía que la tierra era plana, pero todos estaban equivocados. La cantidad de gente que cree en una idea no es indicadora de la verdad o falsedad de esa idea. La única manera mediante la cual podemos decir si una idea es verdadera o no, es observando los hechos y examinando la evidencia.

PREGUNTA: Entonces, si los buddhistas no creen en los dioses ¿en qué creen?
RESPUESTA: No creemos en dios porque creemos en la humanidad. Creemos que cada ser humano es precioso e importante, que todos tienen el potencial de convertirse en un Buddha —un ser humano perfecto. Creemos que los humanos pueden salir de la ignorancia y la irracionalidad y ver las cosas como realmente son. Creemos que el odio, la ira, el rencor y los celos pueden ser reemplazados por el amor, la paciencia, la generosidad y la amabilidad. Creemos que todo esto está dentro del dominio de cada persona si se hace el esfuerzo, guiado y apoyado por compañeros buddhistas e inspirados por el ejemplo del Buddha. Como Él dijo:

                Nadie nos salva excepto nosotros mismos. Nadie puede y nadie podría. Nosotros debemos andar por el Sendero por nosotros mismos, pero los Buddhas claramente muestran el camino.

PREGUNTA: Las otras religiones obtienen sus ideas de lo que es correcto e incorrecto de los mandamientos de su dios o dioses. Ustedes los buddhistas no creen en un dios, entonces, ¿cómo saben lo que está bien o lo que está mal?
RESPUESTA: Cualquier pensamiento, discurso o acción que esté arraigado en la codicia, el odio o la ignorancia y que por lo tanto nos conduzca fuera del Nirvana, es dañino, y cualquier pensamiento, discurso o acción arraigado en el dar, el amor y la sabiduría y que nos ayude a despejar el camino hacia el Nirvana, es bueno. Para saber lo que es correcto o incorrecto en las religiones teocéntricas todo lo que se necesita es proceder como a usted le fue dicho. Pero en las religiones antropocéntricas como el buddhismo, para saber lo que es correcto o incorrecto usted debe desarrollar una profunda atención sobre sí mismo y autoconocimiento. Y las éticas basadas en la comprensión son siempre más sólidas que aquellas que responden a un mandato. Por lo tanto, para saber lo que es correcto o incorrecto, el buddhista se fija en tres cosas: la intención, la consecuencia que el acto tendrá sobre sí mismo y la consecuencia que tendrá sobre otros. Si la intención es buena (arraigada en el dar, el amor y la sabiduría), si ésta me ayuda a mí mismo (me ayuda a ser más dadivoso, más amoroso y más sabio) y ayuda a otros (los ayuda a ser más dadivosos, más amorosos y más sabios), entonces mis hechos y acciones son sanos, buenos y morales. Por supuesto, esto tiene muchas variantes. En algunas ocasiones yo actúo con la mejor de las intenciones, pero podría no beneficiarme ni beneficiar a otros. Algunas veces, mis intenciones están lejos de ser buenas, pero, aún así, mi acción ayuda a otros. Algunas veces, lo que hago representa buenas intenciones y mis acciones me ayudan, pero quizás causen algo de aflicción en otros. En estos casos mis acciones son entremezcladas, una mezcla entre buenas y no tan buenas. Cuando las intenciones son malas y la acción no me ayuda a mí ni a otros, esa acción es mala. Y cuando mi intención es buena y mis acciones benefician a ambos, a mí mismo y a otros, entonces el acto es completamente bueno.

PREGUNTA: Entonces, ¿el buddhismo tiene un código moral?
RESPUESTA: Sí, lo tiene. Los Cinco Preceptos son el fundamento de la Moral Buddhista. El primer precepto es abstenerse de matar o dañar a los seres vivientes. El segundo es abstenerse de robar, es tercero es abstenerse de mala conducta sexual, el cuatro es abstenerse de mentir y el quinto es abstenerse de alcohol u otras drogas intoxicantes.

PREGUNTA: Pero seguramente es bueno matar algunas veces. Matar insectos que propagan enfermedades, por ejemplo, o a alguien que va a matarlo a usted.
RESPUESTA: Pudiera ser bueno para usted, pero ¿qué hay acerca de esa cosa o persona? Ellos desean vivir del mismo modo que lo desea usted. Cuando usted decide matar un insecto propagador de enfermedades, su intención es quizás una mezcla de preocupación personal (bien) y aversión (mal). La acción lo beneficiará a usted (bien) pero, obviamente, no beneficiará a esa criatura (mal). Por eso, algunas veces podría ser necesario matar, pero nunca es totalmente bueno.

PREGUNTA: Ustedes los buddhistas se preocupan demasiado por las hormigas y los insectos.
RESPUESTA: Los buddhistas se esfuerzan por desarrollar una compasión que es indiscriminada y universal. Ellos ven el mundo como un todo completo donde cada cosa o criatura tiene su lugar y función. Ellos creen que, antes de destruir o alterar el delicado equilibrio de la naturaleza, debemos ser muy cuidadosos. Sólo veamos aquellas culturas donde se pone el énfasis en la explotación de la naturaleza a más no poder, exprimiendo hasta la última gota de ella sin entregar nada a cambio, conquistándola y sometiéndola. La Naturaleza se ha rebelado. Hasta el mismo aire se está envenenando, los ríos están contaminados y muertos, muchas especies hermosas de animales se han extinguido, las laderas de las montañas están áridas y erosionadas. Incluso el clima está cambiando. Si la gente estuviera menos ansiosa por aplastar, destruir y matar, esta situación podría no haber surgido. Deberíamos esforzarnos por desarrollar un poco más de respeto por la vida. Y esto es lo que el primer precepto está diciendo.

PREGUNTA: El Tercer Precepto dice que deberíamos abstenernos de mala conducta sexual. ¿Qué significa "mala conducta sexual"?
RESPUESTA: Si usamos argucias, chantaje emocional o forzamos mediante la coacción a alguien a tener sexo con nosotros, entonces esto es mala conducta sexual. El adulterio es una forma de mala conducta sexual, porque cuando nos casamos le prometemos a nuestra esposa o esposo que le seremos fieles. Cuando cometemos adulterio rompemos esa promesa y traicionamos su confianza. El sexo debería ser una expresión de amor e intimidad entre dos personas, y cuando es así, contribuye a nuestro bienestar mental y emocional.

PREGUNTA: El sexo antes del matrimonio ¿es un tipo de mala conducta sexual?
RESPUESTA: No si hay amor y mutuo acuerdo entre las dos personas. Sin embargo, nunca debería olvidarse que la función biológica del sexo es la reproducción, y si una mujer soltera llega a estar embarazada esto puede causar muchos problemas. Mucha gente madura y juiciosa piensa que es por mucho mejor dejar el sexo hasta después del matrimonio.

PREGUNTA: Pero ¿qué hay acerca de mentir? ¿Es posible vivir sin decir mentiras?
RESPUESTA: Si es realmente imposible arreglárselas en la sociedad o en los negocios sin mentir, ese chocante y corrupto estado de los asuntos debería ser cambiado. El buddhista es alguien que se determina a hacer algo práctico acerca del problema tratando de ser más confiable y honesto.

PREGUNTA: Bueno, ¿qué hay acerca del alcohol? Seguramente un pequeño trago no daña.
RESPUESTA: La gente no toma por el gusto. Cuando toman solos es un modo de buscar liberación de la tensión, y cuando beben socialmente a menudo es por convención. Aún una pequeña cantidad de alcohol distorsiona la conciencia y desestabiliza la atención completa sobre sí mismo. Tomado en grandes cantidades, su efecto puede ser devastador.

PREGUNTA: Pero tomar sólo una pequeña cantidad no sería en realidad romper el precepto, ¿no? Es sólo una cosa pequeña.
RESPUESTA: Sí, es sólo una pequeña cosa, y si usted no puede practicar ni siquiera  una pequeña cosa, su compromiso y resolución no son muy sólidos, ¿no?

PREGUNTA: Los Cinco Preceptos son negativos. Ellos le dicen lo que no hay que hacer. Ellos no le dicen lo que hay que hacer.
RESPUESTA: Los Cinco Preceptos son el fundamento de la Moralidad Buddhista. No son toda la Moralidad Buddhista. Comenzamos por reconocer nuestra mala conducta y esforzarnos por detenernos. Para esto son los Cinco Preceptos. Después que hayamos dejado de hacer lo que está mal, entonces comenzamos a hacer lo bueno. Tomemos un ejemplo: hablar. El Buddha nos dice que deberíamos empezar por abstenernos de decir mentiras. Después de ello, deberíamos hablar con la verdad, hablar gentil y amablemente y hablar en el momento adecuado. Él dice:

                Abandonando el lenguaje falso, (él) se transforma en alguien que siempre dice la verdad, confiable, fidedigno, responsable, no engaña al mundo. Abandonando el lenguaje malicioso, (él) no repite allí lo que ha escuchado aquí ni repite aquí lo que ha escuchado allí con el fin de causar desavenencias entre las personas. Él reconcilia a aquellos que están divididos y acerca más a los que ya son amigos. La armonía es su alegría, la armonía es su deleite, la armonía es lo que ama, es ésta la razón de su lenguaje. Abandonando el lenguaje áspero su lenguaje es intachable, placentero de escuchar, agradable, dirigido al corazón, cortés, grato para la mayoría. Abandonando la charla frívola, (él) habla en el momento adecuado lo que es concreto, directo al asunto, acerca del Dhamma y acerca de la disciplina. (Él) Habla con palabras dignas de ser atesoradas, oportunas, razonables, bien definidas y precisas."

PREGUNTA: ¿De dónde venimos y hacia dónde estamos yendo?
RESPUESTA: Hay tres respuestas posibles a esta pregunta. Aquellos que creen en un dios o dioses generalmente afirman que antes de que un individuo sea creado no existe, que luego llega a existir merced a la voluntad de un dios. Éste individuo vive su vida, y así, de acuerdo con lo que él cree o hace durante su vida, va al cielo eterno o al infierno eterno. Hay otros, humanistas y científicos, que alegan que el individuo llega a existir en el momento de la concepción debido a causas naturales, vive, y luego, en el momento de su muerte deja de existir. El buddhismo no acepta ninguna de estas explicaciones. La primera da lugar a muchos problemas éticos. Si un dios bueno realmente crea a cada uno de nosotros es difícil de explicar por qué mucha gente nace con las más atroces deformidades, o por qué tantas criaturas son abortadas espontáneamente antes de nacer o nacen muertas. Otro problema con la explicación teísta es que parece ser muy injusto que una persona deba sufrir tormentos eternos en el infierno por lo que hizo sólo en sesenta o setenta años en la tierra. Sesenta o setenta años de incredulidad o vida inmoral no merecen la tortura eterna. Del mismo modo, sesenta o setenta años de una vida buena parecen ser un pago muy escaso por la dicha eterna en los cielos. La segunda explicación es mejor que la primera y cuenta con más evidencia científica para sostenerse, pero todavía deja varias cuestiones importantes sin resolver. ¿Cómo puede, un fenómeno tan asombrosamente complejo como la conciencia, desarrollarse a partir de la sencilla unión de dos células, el espermatozoide y el óvulo? Y ahora que la parapsicología es una rama reconocida de la ciencia, fenómenos como la telepatía son cada vez más difíciles de encajar dentro del modelo materialista de la mente. El buddhismo ofrece la explicación más satisfactoria acerca de dónde proviene el hombre y hacia dónde está yendo. Cuando morimos, la mente, con todas sus tendencias, preferencias, habilidades y características que han sido desarrolladas y condicionadas durante esta vida se re-establece a sí misma en un óvulo fertilizado. De esta manera, el individuo crece, renace y desarrolla una personalidad condicionada tanto por las características mentales que han sido transportadas como por el medio ambiente. La personalidad cambiará y será modificada por el esfuerzo consciente y por factores condicionantes como la educación, la influencia de los padres y de la sociedad, y una vez más, cuando muere, se re-establece a sí misma en un nuevo óvulo fertilizado. Este proceso de morir y renacer continuará hasta que las condiciones que lo causan, el deseo vehemente y la ignorancia, terminen. Cuando esto sucede, en lugar de renacer, la mente alcanza un estado llamado Nirvana, y éste es el objetivo final del buddhismo y el propósito de la vida.

PREGUNTA: ¿Cómo es que la mente va de un cuerpo a otro?
RESPUESTA: El acto de pensar en algo se parece a las ondas de radio. Las ondas de radio, que no están hechas de palabras y música sino de energía en diferentes frecuencias, son transmitidas, viajan a través del espacio, son atraídas y recogidas por el receptor desde donde son emitidas como palabras y música. Lo mismo sucede con la mente. En el momento de la muerte, la energía mental que viaja a través del espacio es atraída y recogida por el óvulo fertilizado. A medida que el embrión crece, se concentra en el cerebro desde donde más tarde se da a conocer a sí misma en la forma de una nueva personalidad.

PREGUNTA: ¿Uno siempre renace en un ser humano?
RESPUESTA: No, hay varios planos dentro de los cuáles uno puede renacer. Algunas personas renacen en el cielo, algunos en el infierno, algunos renacen como fantasmas carentes (o espíritus hambrientos), y así por el estilo. El cielo no es un lugar, sino un estado de existencia donde uno tiene un cuerpo sutil y donde la mente experimenta más que nada placer. Algunas religiones se esfuerzan arduamente por renacer en una existencia celestial creyendo erróneamente en éste como un estado permanente. Pero no lo es. Como todos los estados condicionados, el cielo es impermanente, y cuando el lapso de vida de uno allí se termina uno bien puede renacer otra vez como humano. Del mismo modo, el infierno, no es un lugar, sino un estado de existencia donde uno tiene un cuerpo sutil y donde la mente experimenta más que nada desasosiego y angustia. Ser un fantasma carente, de nuevo, es un estado donde el cuerpo es sutil y donde la mente es continuamente asediada por el deseo ansioso y la insatisfacción. Por lo tanto, así es como los seres celestiales experimentan placer más que otra cosa, los seres en el infierno y los fantasmas padecen mayormente dolor y los seres humano comúnmente experimentan una mezcla de ambos. Por lo tanto, la mayor diferencia entre el plano humano y los otros planos es el tipo de cuerpo y las características de la experiencia.

PREGUNTA: ¿Qué es lo que decide dónde se renacerá?
RESPUESTA: El factor más importante, aunque no el único, que tiene influencia sobre dónde renacemos y qué clase de vida tendremos, es el kamma. La palabra kamma significa "acción" y se refiere a nuestras acciones mentales volicionales. En otras palabras, lo que somos está determinado, en una gran medida, por cómo hemos pensado y actuado en el pasado. Del mismo modo, cómo pensamos y actuamos ahora tendrá influencia sobre cómo seremos en el futuro. La clase de persona amable y amorosa tiende a renacer en un plano celestial o como un ser humano en el que predominan las vivencias agradables. La clase de persona llena de preocupaciones, atribulada o extremadamente cruel tiende a renacer en el plano infernal o como un ser humano en el que predominan las experiencias desagradables. La persona que desarrolla deseos ardientes y obsesivos, feroces caprichos y apasionadas ambiciones que nunca pueden ser satisfechas tiende a renacer como fantasma carente o como un ser humano frustrado por el antojo o lo que le falta. Cualesquiera hábitos mentales que sean desarrollados con firmeza en esta vida continuarán en la próxima. La mayor parte de la gente, sin embargo, renacen como seres humanos.

PREGUNTA: Por lo tanto, si nuestras vidas no están determinadas por nuestro kamma, ¿podemos cambiarlo?
RESPUESTA: Por supuesto que podemos. Ésta es la razón por la cual uno de los pasos del Noble Óctuple Sendero es el Recto Esfuerzo. Depende de nuestra sinceridad, de cuánta energía podamos ejercer y de cuán intenso sea el hábito. Sin embargo, es verdad que algunas personas van por la vida sencillamente, bajo la influencia de sus hábitos pasados sin hacer un esfuerzo para cambiarlos y siendo víctimas de sus desagradables resultados. Esas personas continuarán sufriendo a menos que cambien sus hábitos negativos. Cuanto más tiempo permanecen los hábitos negativos son más difíciles de cambiar. El buddhista entiende esto y aprovecha todas y cada una de las oportunidades que se le presentan para romper hábitos mentales que tienen resultados desagradables y desarrollar hábitos mentales que tienen un resultado grato y feliz. La meditación es una de las técnicas usadas para modificar los patrones de los hábitos de la mente tales como hablar o abstenerse de hablar, actuar o abstenerse de actuar de ciertas maneras. La totalidad de la vida buddhista es un entrenamiento para purificar y liberar la mente. Por ejemplo, si ser paciente y amable fue una parte significativa de su carácter durante su última vida, tales tendencias resurgirán en la vida presente. Si esas tendencias son fortalecidas y desarrolladas durante la vida presente, resurgirán aún con más fuerza y más pronunciadas en la vida futura. Esto está basado en el hecho simple y observable que hábitos largamente establecidos tienden a ser difíciles de romper. Ahora, cuando usted es paciente y amable, tiene a suceder que usted no es irritable fácilmente por parte de otros, usted no guarda rencores, la gente como usted tiende a ser más feliz a través de sus experiencias. Ahora tomemos otro ejemplo. Digamos que usted vino a la vida con una tendencia a ser paciente y amable debido a sus hábitos mentales durante su última vida. Pero, durante la vida presente, usted deja de fortalecer y desarrollar esas tendencias. Ellas gradualmente se debilitarían y extinguirían y quizás estarían completamente ausentes en su futura vida. Siendo la amabilidad y la paciencia débiles en este caso, hay una posibilidad de que tanto en esta vida como en la próxima pueda desarrollarse un carácter resentido, colérico y cruel, trayendo junto con ello todas las desagradables vivencias que tales actitudes crean. Tomaremos un último ejemplo. Digamos que, debido a sus hábitos mentales en su última vida, usted llegó a la vida presente con la tendencia a ser irritable y colérico y usted se da cuenta que tales hábitos solamente le causan situaciones desagradables y entonces hace un esfuerzo para cambiarlos. Usted los reemplaza con emociones positivas. Si usted es capaz de eliminarlos completamente, lo cuál es posible si hace el esfuerzo, usted se libera de las situaciones desagradables que son producidas por ser irritable y colérico. Si usted es capaz sólo de debilitar esas tendencias, éstas resurgirán en la próxima vida, donde con un poco más de esfuerzo, podrían ser completamente eliminadas y usted podría ser liberado de sus efectos desagradables.

PREGUNTA: Usted ha hablado mucho acerca del renacimiento, pero ¿hay alguna prueba de que renacemos cuando morimos?
RESPUESTA: No solamente hay evidencia científica para apoyar la creencia buddhista en el renacimiento, sino que es la única teoría después-de-la-vida que tiene alguna evidencia para apoyarse en ella. No hay ni un fragmento de evidencia para probar la existencia de los cielos y, por supuesto, la evidencia de aniquilación en la muerte debe ser insuficiente. Pero durante los últimos treinta años los parapsicólogos han estado estudiando informes sobre algunas personas que tienen lúcidos recuerdos de sus vidas anteriores. Por ejemplo, en Inglaterra, una niña de cinco años de edad dijo que ella podía recordar su "otra madre y su otro padre" y habló vívidamente sobre lo que sonaba como eventos en la vida de otra persona. Se llamó a los parapsicólogos y le hicieron cientos de preguntas a las que ella respondió. Habló acerca de vivir en una particular aldea rural en lo que parecía ser España, dio el nombre de la aldea, el nombre de la calle en la que vivió, los nombres de sus vecinos y detalles acerca de su vida diaria allí. También habló con aprensión acerca de cómo había sido atropellada por un auto y había muerto, a causa de las heridas, dos días más tarde. Cuando estos detalles fueron cotejados se halló que eran precisos. Había una aldea en España con el nombre que había dado la niña de cinco años. Había una casa del tipo que ella había descrito en la calle que había nombrado. Lo que es más, se supo que una mujer de 23 años que había vivido en la casa había muerto en un accidente de auto cinco años atrás. Ahora, ¿cómo es posible que una niña de 5 años que vivía en Inglaterra y que nunca había estado en España supiera todos estos detalles? Y, por supuesto, no es el único caso de este tipo. El profesor Ian Stevenson del Departamento de Psicología de la Universidad de Virginia ha descrito docenas de casos de esta clase en sus libros. Es un científico acreditado cuyos estudios a lo largo de 25 años con gente que recuerda vidas anteriores son una sólida evidencia en apoyo de la enseñanza buddhista del renacimiento.

PREGUNTA: Algunas personas podrían decir que la supuesta capacidad para recordar vidas anteriores es obra de demonios.
RESPUESTA: Usted no puede descalificar todo lo que no cuadra con su creencia como obra de los demonios. Cuando, fríamente, se presentan datos concretos para apoyar una idea, usted debe recurrir a argumentos lógicos y racionales si desea oponerse a ellos, no a habladurías irracionales y supersticiosas sobre demonios.

PREGUNTA: Usted dice que hablar acerca de los demonios es superstición, pero hablar acerca del renacimiento ¿no lo es un poco también?
RESPUESTA: El diccionario define "superstición" como "una creencia que no está basada en la razón o en los hechos sino en una asociación de ideas, como ocurre con lo mágico". Si usted puede mostrarme un estudio cuidadoso sobre la existencia de los demonios, realizado por un científico, concederé que la creencia en los demonios no es una superstición. Pero nunca he escuchado sobre ninguna investigación acerca de los demonios; los científicos sencillamente no se molestarían en estudiar esas cosas, por lo tanto yo digo que no hay evidencia que apoye la existencia de los demonios. Pero como recién hemos visto, hay evidencia que parece sugerir que el renacimiento sí tiene lugar.
De este modo, si la creencia en el renacimiento está basada en al menos algunos hechos, no puede ser una superstición.

PREGUNTA: Bien, ¿han existido algunos científicos que creyeron en el renacimiento?
RESPUESTA: Sí. Thomas Huxley, quien fue responsable por haber introducido la ciencia en el sistema de educación británico del siglo 19 y también el primer científico en defender las teorías de Darwin, creía que la reencarnación era una idea muy plausible. En su famoso libro "Evolución y Ética y Otros Ensayos", dice:

                En la doctrina de la transmigración, cualquiera sea su origen, las especulaciones brahmánica y buddhista encontraron de modo conveniente la manera de construir una convincente justificación de los caminos del Cosmos hasta el hombre... Aún cuando este argumento de justificación no es menos convincente que otros; y nadie, sino sólo pensadores muy precipitados, la rechaza sobre la base de que es un inherente absurdo. Como la misma doctrina de la evolución, la de la transmigración encuentra sus raíces en el mundo de la realidad, y ella podría reclamar en su apoyo, desde la analogía, el gran argumento que ésta es capaz de ofrecerle.

Luego, el profesor Gustaf Stromberg, el famoso astrónomo sueco, físico y amigo de Einstein, también halló atrayente la idea del renacimiento.

                Las opiniones varían con respecto a si las almas humanas pueden reencarnarse en la tierra o no. En 1936 hubo un caso muy interesante que fue ampliamente investigado y presentado por las autoridades gubernamentales en la India. Una niña (Shanti Devi de Delhi) pudo describir con fidelidad su vida anterior (en Muttra, a quinientas millas de Delhi), la cuál terminó alrededor de un año antes de su "segundo nacimiento". Ella dio el nombre de su marido y de su hijo y describió su hogar y la historia de su vida. La comisión investigadora la llevo a ella ante sus antiguos parientes, quienes confirmaron todas sus declaraciones. Las reencarnaciones son consideradas normales entre la gente de la India, lo asombroso de este caso era la gran cantidad de eventos que recordaba la niña. 
Éste y casos similares pueden ser considerados como evidencia adicional que apoya la teoría de la indestructibilidad de la memoria.

El profesor Julian Huxley, el distinguido científico británico que fue Director General de la UNESCO, creía que el renacimiento estaba, por completo, en armonía con el pensamiento científico.

                No hay nada en contra de la permanente supervivencia de una individualidad espiritual que es emitida, de alguna manera, en el momento de la muerte, como un claro mensaje inalámbrico es emitido por un aparato emisor trabajando en forma concreta. Pero, debe recordarse, que un mensaje inalámbrico solamente se convierte en un mensaje nuevamente cuando hace contacto con una nueva estructura material —el receptor. Del mismo modo ocurre con nuestra posible emanación del espíritu. Él (espíritu)... no podría nunca pensar o sentir a menos que estuviese "in-corporado" de alguna manera. Nuestras personalidades están tan basadas en el cuerpo, que es realmente imposible pensar en términos de una supervivencia en tanto sensación corpórea sin alguna clase de cuerpo... Puedo pensar en algo que, siendo emitido, de alguna manera transportaría la misma vinculación para los hombres y mujeres como un mensaje inalámbrico para un aparato transmisor, pero en este caso, "el muerto" sería, hasta donde podemos ver, nada, sino perturbaciones de diferentes patrones vagando por el universo hasta que... ellos... volvieran a la realidad de la conciencia haciendo contacto con algo que pudiese trabajar como un aparato receptor para la mente.

Aún personas muy prácticas y realistas, como el industrial americano Henry Ford, hallaban aceptable la idea del renacimiento. Ford se sintió atraído por la idea del renacimiento por que, a diferencia de la idea teísta o de la idea materialista, el renacimiento le otorga una segunda oportunidad para desarrollarse a sí mismo. Henry Ford dice:

                Adopté la teoría de la Reencarnación cuando tenía veintiséis años. La religión no ofreció nada concreto... Ni aún el trabajo pudo darme una satisfacción total. El trabajo es fútil si no podemos utilizar la experiencia que recogemos durante una vida en la siguiente. Cuando descubrí la Reencarnación fue como si hubiese encontrado un plan universal. Me di cuenta de que había una oportunidad para desarrollar mis ideas. El tiempo ya no fue un límite. No fui más un esclavo de las manecillas del reloj... El genio es experiencia. Algunos parecen pensar que es un don o un talento, pero es el fruto de una larga experiencia durante muchas vidas. Algunas son almas más viejas que otras, y por lo tanto, saben más. El descubrimiento de la Reencarnación reconfortó mi mente. Si usted conserva un registro de esta conversación, escríbala para que reconforte a la mente de los hombres. Me gustaría comunicarle a los otros la serenidad que nos brinda un punto de vista de largo alcance sobre la vida.

Por lo tanto, las enseñanzas buddhistas sobre el renacimiento tienen evidencia científica que las apoya. Son lógicamente consistentes y van mucho más allá con su respuesta a preguntas en las que las teorías teístas y materialistas fallan en responder. Pero también son muy reconfortantes. Qué podría ser peor que una teoría sobre la vida que no le da una segunda ocasión, ni oportunidad de corregir los errores que ha cometido en esta vida, ni tiempo, tampoco, para el ulterior desarrollo de aptitudes y habilidades que ha cultivado en esta vida. Pero, de acuerdo con el Buddha, si usted falla en alcanzar el Nirvana es esta vida, tendrá la oportunidad de hacer el intento nuevamente la próxima vez. Si ha cometido errores en esta vida, estará capacitado para corregirse en la próxima. Usted estará realmente capacitado para aprender de sus errores. Las cosas que no fue capaz de hacer o alcanzar en esta vida muy bien podrían hacerse posibles en la próxima. ¡Qué maravillosa enseñanza!